Los gemelos se sitúan en la parte posterior de la pierna, es decir, los músculos que residen en la pantorrilla, por eso muchas personas quieren trabajarlos para aumentar su tamaño y lucir unas piernas bonitas y tonificadas. Además, también influyen mucho en la actividad deportiva, especialmente entre los corredores, ya que ayudan a la pierna a ganar fuerza y estabilidad. Para trabajar los gemelos necesitarás hacer ejercicios específicos, tanto en exteriores como en el gimnasio.
Trabajar los gemelos en el gimnasio
Como bien sabrás, existen máquinas específicas para trabajar los gemelos en el gimnasio. Por ejemplo, las poleas y el remo. Para ponerlos en práctica, debes sentarte sobre ellos con la espalda recta y los brazos y las piernas estirados, colocar los pies en los pedales y extender y contraer las piernas haciendo toda la fuerza con ellas, utilizando las poleas o remos para tomar impulso y mantener la posición.
Además, también puedes usar barras de peso. ¿Cómo? Colocándolas sobre tus hombros y haciendo sentadillas. Una variante consiste en ponerte de pie sobre un step, apoyando solo la mitad del pie, y subir y bajar las piernas para ponerte de puntillas. El peso de la barra aumentará la resistencia y, por lo tanto, los gemelos trabajarán más.
Trabajar los gemelos en exteriores
En cambio, si quieres trabajar los gemelos en exteriores los días que no vayas al gimnasio o sueles hacer al aire libre otros ejercicios como complemento a tus carreras, también hay varias opciones.
Te recomendamos buscar una zona tranquila donde haya un banco o un poste horizontal, ya que este te servirá de apoyo. Por ejemplo, un buen ejercicio para trabajar los gemelos consiste en apoyarte con las manos en el banco, ponerte de cuclillas y, sin levantar el cuerpo, intentar ponerte de puntillas.
También puedes entrenar los gemelos con los steps o, en el caso de exteriores, con pequeños salientes, bordillos o bancos de pequeña altura. El ejercicio es tan sencillo como subir y bajar el escalón, haciendo series con varias repeticiones y alternando ambos pies.
Otra opción es el salto de tijera. Colócate con las piernas juntas y los brazos rectos, pegados al cuerpo. Da un salto abriendo las piernas y elevando a la vez los brazos hasta que las manos se junten a la altura de la cabeza. Repite el salto para volver a la posición inicial y ejecuta varias series.