El pan integral se ha convertido en un alimento muy extendido en la dieta de cualquier deportista, pues muchos de ellos lo toman como sustituto del pan convencional, el cual suele contener harinas refinadas y azúcares de origen industrial que, en exceso, pueden resultar muy perjudiciales para la salud.
En este sentido, cabe destacar que el pan integral resulta una opción más natural a la hora de seguir una dieta sana y equilibrada. La razón es que esta variedad se caracteriza por ser una fuente considerable de fibra, un nutriente que te puede ayudar a cuidar la línea, siempre y cuando lo acompañes de una actividad diaria y constante.
A su vez, el pan integral es rico en sodio, potasio, fósforo, zinc y magnesio, minerales fundamentales para fortalecer el sistema cardiovascular, reforzar el sistema inmunológico y estimular las conexiones nerviosas. Eso sí, es importante asegurarse que el pan integral es 100% auténtico, pues el mercado está repleto de impostores.
Principales beneficios del pan integral
Pero las ventajas de introducir pan integral en tu dieta no acaban aquí. También ofrece otra serie de beneficios que debes tener en cuenta y aprovechar con su consumo:
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Te ayuda a cuidar la línea. Como ya hemos comentado, el pan integral es rico en fibra y, al mismo tiempo, tiene efectos saciantes, por lo que puede ser una manera muy efectiva de dejar de picar entre horas y mantener a raya esos kilos de más.
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Estimula el tránsito intestinal. El pan integral también se encarga de aportar más volumen a las heces, favoreciendo así cualquier cuadro de estreñimiento, que muchas veces es consecuencia de una vida sedentaria o una alimentación poco saludable y equilibrada.
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Reduce los niveles de triglicéridos en sangre. La fibra que contiene el pan integral también puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) en el torrente sanguíneo. De esta manera, es posible evitar algunas enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión. Asimismo, es útil para los diabéticos, ya que les ayuda a regular la concentración de glucosa en el organismo.
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Evita la sobreproducción de radicales libres. El pan integral contiene, además, antioxidantes naturales que se encargan de retrasar el envejecimiento e incluso la aparición de células cancerosas. Su consumo también puede evitar el estrés oxidativo, un fenómeno que se caracteriza por un deterioro de los músculos y que, a la larga, puede derivar en molestias y lesiones más graves tras realizar cualquier ejercicio físico.