Consejos para empezar a correr desde cero

Comienza de forma metódica y suave porque si aprietas el acelerador es fácil acabar desistiendo al segundo o tercer día, desanimada, frustrada o, incluso, lesionada.

Linda Sansegundo

Consejos básicos para empezar a correr desde cero
Consejos básicos para empezar a correr desde cero

Tanto si no has corrido nunca como si eres una corredora experimentada que está de vuelta por un parón, debes saber que comenzar siempre cuesta, que requiere grandes dosis de paciencia, de comenzar despacio sin saltarte pasos, de escuchar a tu cuerpo.

Comienza de forma metódica y suave porque si aprietas el acelerador es fácil acabar desistiendo al segundo o tercer día, desanimada, frustrada o, incluso, lesionada.

Hoy te queremos dejar cuatro consejos esenciales para tus entrenamientos, te harán salir por la puerta dispuesta a disfrutar y sentir la mejora contínua cada semana, sin dar un paso atrás.

COMIENZA DESPACIO

Si no has corrido en los últimos meses, lo aconsejable sería que comenzaras intercalando caminar y correr, lo que seguro que más de una vez has escuchado como CA-COS.

Comienza con 30 minutos caminando a ritmo forzado. Después corre entre 10 y 20 segundos cada minuto, caminando el resto del minuto hasta completar otros treinta minutos.

Deja descansar uno o dos días entre entrenos y ves añadiendo de forma gradual los segundos de carrera de cada minuto.

CALIENTA Y VUELVE A LA CALMA

Siempre comienza con cinco o diez minutos de caminata ligera al comienzo y final de cada sesión.

Al calentar de etsa manera entrarás en calor fácilmente, sin agotarte, elevarás tu frecuencia cardiaca y prepararás tus músculos y articulaciones para la parte de carrera.

Igual de importante es el inicio que el final, por lo que repite la misma secuencia al terminar de correr, así tu pulso cardiaco y presión sanguínea retornarán progresivamente a sus valores usuales.

PRUEBA DE LA CONVERSACIÓN

Una vez hayas comenzado a correr de forma constante, asegúrate de que puedes mantener una conversación. Si no puedes, significa que vas demasiado rápido.

Si no fueses capaz de pronunciar una frase completa, disminuye el ritmo (parando a caminar si fuera necesario) y cuando hayas recuperado el aliento, empieza de nuevo a correr a un ritmo constante más lento.

Ya habrá momentos de correr rápido y muy rápido, en estos momentos solo estás habituando a tu cuerpo a correr.

PLANIFICA TUS ENTRENAMIENTOS

Solemos tener vidas muy ocupadas, llenas de quehaceres diarios donde a priori puede parecer imposible encontrar huecos para salir a entrenar de forma constante cada semana.

Intenta agendar tus salidas como si de una actividad más se tratara, dándole su hueco y prioridad. Si ves que esto es imposible, prueba a levantarte una hora antes para salir a correr y que no interceda en el resto de tu día. También puedes salir en la hora de comer o dejar el coche, y salir a hacer los recados corriendo.

Si te lo propones concienzudamente encontrarás este tiempo para ti.