La atleta neerlandesa Femke Bol ha sorprendido al mundo del atletismo al anunciar que dejará de competir en los 400 metros vallas para focalizarse en la prueba de 800 metros a partir de la próxima temporada. Según ha anunciado en sus redes sociales, la corredora ha señalado que este cambio representa un nuevo desafío tanto metodológico como táctico, ya que será una transición a una distancia en la que nunca ha competido al máximo nivel.
Aunque no ha dado a conocer aún su marca objetivo para los 800 metros, ha recibido mensajes de bienvenida de figuras del medio, como la británica Keely Hodgkinson, campeona olímpica de la distancia.
Un palmarés de leyenda antes del cambio
Hasta ahora, Bol se había consolidado como una de las mejores especialistas del mundo en 400 vallas y en pruebas de velocidad pura. En su historial destacan medallas olímpicas —incluyendo dos bronces en 400 vallas— y un oro olímpico en el relevo mixto 4×400 m.
En cuanto a campeonatos del Mundo, ha cosechado multitud de medallas, entre las que destacan los dos oros globales en 2023 y 2025 en los 400 metros vallas. Además, Bol ostenta el récord de Europa en 400 vallas (50.95 s logrado en julio de 2024) y posee el récord mundial en pista cubierta del 400 metros lisos con 49.17.
Desafíos de pasar al 800 metros
La transición del 400 vallas al 800 no es sencilla. Mientras que la vuelta a la pista exige una combinación de velocidad, técnica y ritmo sostenido, el 800 exige una mayor capacidad aeróbica y una capacidad tácica debido a la variabilidad en las carreras. Bol deberá modificar su entrenamiento —incorporando más volumen, sesiones de fuerza y resistencia extensiva— para adaptarse a una prueba que la exige en fases muy distintas de ritmo.
Otro reto será la rivalidad en la nueva prueba. Los 800 metros en categoría femenina no cuentan con una dominadora tan clara como las vallas con McLaughlin, pero el nivel medio de la prueba es tremendo. Tanto es así, que la campeona olímpica de la distancia en París 2024, Keely Hodgkinson, tuvo que conformarse con el bronce en el reciente Mundial de Tokio.
Expectativas y futuro incierto
Aunque el cambio es arriesgado, muchos miran con optimismo el potencial de Bol para la distancia. Su velocidad y su talento, combinado con la gran capacidad anaeróbica que ha trabajado durante años le podrían dar una ventaja competitiva si logra adaptarse técnica y tácticamente. La pregunta será si podrá trasladar su perfil dominante en los 400 vallas al 800 m y transformarse en una corredora competitiva en la distancia al nivel que ha demostrado hasta ahora. De momento, el atletismo contempla expectante esta nueva etapa en la carrera de una de sus estrellas.