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A falta de siete meses, la incertidumbre sobre los Juegos Olímpicos sigue creciendo. Pese a que desde los Comités Olímpico y Paralímpico Internacional se asegura que la celebración de ambos eventos está garantizada, la realidad es que la gobernadora de Tokio, Yuriko Koikejunto con algunas prefecturas vecinas como Saitama, Chiba y Kanagawa, ha pedido al Gobierno de Japón que decrete el Estado de Emergencia.
La ciudad nipona despidió 2020 con unas cifras muy preocupantes de contagios y el inicio del nuevo año no ha sido mejor con más de mil casos diarios. Además, las autoridades sanitarias han desvelado que este alto porcentaje de propagación se debe a la nueva cepa variante del virus.
"Estamos en una situación grave que nos lleva a considerar la declaración de un estado de emergencia", dijo el ministro de Economía.
Medidas como el cierre de las fronteras a turistas extranjeros o las restricciones de viaje a deportistas de elite parece, según los datos, que de momento no están frenando la expansión del virus por Japón, algo que preocupa mucho a las autoridades.
La decisión para decretar o no el Estado de Emergencia la tomará en los próximos días el ministro junto con un grupo de expertos. Lo que sí se ha decidido es que en esas prefecturas los bares dejen de servir alcohol a las siete de la tarde y cierren sus puertas una hora después, a las ocho, como los restaurantes.
El Gobierno central de Japón ya declaró un estado de emergencia a principio de abril de 2020 en varias prefecturas, incluidas Tokio y Osaka, y lo extendió más tarde a todo el país antes de levantarlo a finales de mayo.
En ese Estado de Emergencia estuvieron prohibidos los actos masivos, se decretó el cierre de los colegios y se reguló los horarios de bares y restaurantes, aunque no hubo confinamientos domiciliarios como en los países europeos.
La ciudadanía pierde la ilusión
La evolución del coronavirus mantiene en vilo a la sociedad japonesa, que, según varias encuestas difundidas los últimos días, está perdiendo la ilusión por los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. La cadena pública de televisión NHK hizo una encuesta en la que el 32% de los consultados opinó que los Juegos deberían ser cancelados definitivamente y el 31% se inclinó a favor de que sean aplazados nuevamente.
Según este sondeo, realizado a mediados de diciembre, solo un 27% de los japoneses dijo estar de acuerdo en mantener la fecha.
Los datos son similares a los de otra encuesta parecida realizada en octubre. Entonces, el 40% opinaba que se deberían mantener las fechas, el 23% que los Juegos deberían cancelarse y el 25% se inclinó a favor del aplazamiento.
Otro diario, Asahi, uno de los más influyentes de Japón, difundió su propia encuesta que reafirma los resultados y la evolución respecto a otro sondeo parecido realizado en octubre pasado.
En el sondeo de Asahi, el 33% indicó que pensaba que deberían ser aplazados de nuevo, el 32 % se mostró a favor de su cancelación y sólo el 30% dijo estar conforme con las fechas actuales.
La agencia local Kyodo dio unos datos parecidos en su propio sondeo, pero otra agencia, Jiji Press, agregó otro aspecto para su propia consulta: el 20 % de los nipones consultados cree en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos deben disputarse sin espectadores.