Una buena base lo es todo para casi cualquier disciplina. Si estás pensando plantearte un gran reto y debes comenzar un plan de entrenamiento específico es imprescindible no empezar de cero. Una base de entrenamiento es como la construcción de una casa, son necesarios unos buenos cimientos que aguanten posteriormente la exigencia, kilometraje e intensidad del plan.
Seguir un plan significa construir una mejora que aumentará de semana en semana hasta alcanzar idealmente tu mejor estado de forma, justo antes de la competición. Si comienzas a hacerlo sin esta base de la que hablamos, tus probabilidades de que lo dejes a lo mitad, unido a las posibilidades de lesión aumentan ya que tu cuerpo debe estar en constante lucha para alcanzar el nivel de intensidad y resistencia exigido. Sin esa base, existe la posibilidad de que abandones con la correspondiente perdida de motivación y puedas incluso sufrir el síndrome del sobre entrenamiento.
La creación de esta base suele durar en torno a unas seis o doce semanas pero variará dependiendo de tu nivel, de tu forma física y de los objetivos. Si acabas de comenzar a correr, te recomendamos que comiences sumando kilómetros sin importarte el ritmo, crearás así una base aeróbica sólida que te ayudará a la hora de comenzar con tu plan específico de entrenamiento.
El secreto está en conocer y controlar tu cuerpo para saber cuándo el esfuerzo es mayor o menor y así no someterte a un esfuerzo continuo que fatigue tu cuerpo en exceso; en el equilibrio está el éxito.
CLAVES PARA ADQUIRIR UNA BUENA BASE DE ENTRENAMIENTO
No podemos negar, que en ocasiones puede llegar a resultar algo aburrido, ya que debes olvidarte del entrenamiento de calidad, pero es la llave para hacer éste mucho mejor.
En principio, el 90% del trabajo debe consistir en entrenamientos aeróbicos a ritmo suave, y el esfuerzo de no más del 60% – 75% de tu Frecuencia Cardiaca Máxima.
No obvies el llamado entrenamiento cruzado como la elíptica, bicicleta o natación, para mantener la forma y, además, mejorar tu capacidad aeróbica. Si además eres propensa a lesionarte, construirás una buena base sin caer en una dolencia detrás de otra.
Imprescindible son también las sesiones de fortalecimiento general, te ayudarán tanto a encontrarte mejor corriendo como a que las lesiones no aparezcan.