- El sábado ya sólo un rodaje de 20-25 minutos a ritmo suave. Es importante salir para mantener el tono muscular (además te ayuda a controlar tus nervios). El último entrenamiento fuerte debe ser como muy tarde el martes.
- Sobre todo cuando viajas a otro país, la tentación del turismo es grande y muchos maratones se estropean por estar demasiado tiempo el pie el día antes.
- El sábado todo el día con la botella de agua en la mano. Tu objetivo es estar bien hidratado y lo normal es beber hasta 4 litros durante el día. Cuando ves que tu orina sale ya transparente es que tu nivel de hidratación es óptimo
- Como los nervios de la competición hacen que cueste descansar, lo mejor es adelantarlo todo. Cenar en cuánto abren el restaurante, digestión y a la cama
- Como mínimo debes levantarte tres horas antes del disparo de salida (mejor si son cuatro), para poder desayunar con tranquilidad y terminar con tiempo de sobra para hacer la digestión y a la vez estar bien activados cuando se inicie el reto de los 42’195 km. Un café (o un par de ellos) es el truco final para estar a tope para conseguir una buena marca.