Es el caso de una buena amiga mía. Cuando la conocí no practicaba ni había realizado ningún deporte en su vida. El primer día que salió a correr aguantó poco más de dos minutos y casi le da algo. Cometió el mismo error que todo el mundo cuando empieza: salió demasiado fuerte y no tenía base física. Casi le coge hasta miedo y odio, pero sólo tuvo que aplicar el sentido común y todo cambió. Ahora le encanta correr, disfruta mucho con ello, hace una hora sin ningún problema y si por algún motivo pierde un entrenamiento se cabrea. Ha conseguido mantenerse mucho más joven, ella misma reconoce que se encuentra más sana y físicamente mejor que cuando era más joven, pues ha ganado en resistencia, ha tonificado sus piernas, casi nunca coge resfriados y se muestra más positiva ante todo. Y todo ello después de cuatro embarazos y llevando el peso de la familia.
Así debes entrenar
- Como su nivel de forma física era tan bajo y no tenía ningún tipo de base, empezó andando de paseo 40’ en días alternos y fue incrementando las caminatas hasta realizar una hora a buen paso.
- Iba dos días al gimnasio a hacer algo de pesas y aeróbic, que no coincidía con los de andar.
- Después de cada caminata hacía en casa ejercicios de acondicionamiento y acababa con unos estiramientos.
- Después de varios meses comenzó a intercalar en las caminatas de una hora, 1’ de trote muy suave cada 5’ andando. Cada dos semanas incrementaba un minuto el tiempo de trote y disminuía el mismo tiempo andando. Si se sentía muy agotada frenábamos la progresión unos días.
- Cuando consiguió hacer más de 30’ seguidos corriendo sin problemas pasamos a un nuevo nivel de entrenamiento, pues ya se había convertido en corredora. Ahora ya sólo corría tres días a la semana, a ritmo muy suave, hasta que alcanzó la hora.
- En ese momento empezó a incrementar los ritmos de rodaje sin darse cuenta, manteniendo el mismo nivel de esfuerzo. Con ello había conseguido hacerse corredora, tenía una muy buena base física, de resistencia aeróbica, muscular y orgánica. Todo el proceso duró algo más de una año. Ahora compite cuando le apetece y disfruta corriendo.
- Seguro que cualquiera lo puede intentar, sólo hace falta paciencia, algo de tiempo y ser muy prudente, empezando muy despacio. Habrá personas que consigan lo mismo en la mitad de tiempo, o menos, pero habrá otras que necesitarán mucho más tiempo. Lo más importante es dar el paso y empezar, luego viene todo rodado.