Entrenamiento

¿Cómo se hacen los ejercicios con peso libre?

Los ejercicios con peso libre te pueden ayudar a desarrollar tu musculatura, pero debes tener sumo cuidado para no hacerte daño

Noelia Hontoria

2 minutos

Elige bien la cantidad de peso que puedes cargar

Los ejercicios con peso libre son aquellos que utilizan un elemento externo para desarrollar el músculo y ganar fuerza. Es decir, no necesitas recurrir a una máquina concreta del gimnasio, si no a mancuernas, ketteballs, pesas o elementos similares. Así, son muy buenos para trabajar uno o varios músculos del mismo grupo de forma individual y focalizada. Eso sí, hay que tener mucho cuidado para evitar las lesiones. Bajo esta premisa, ¿cómo puedes ejecutarlos correctamente?

Cómo hacer los ejercicios con peso libre de forma correcta

Lo primero que tienes que hacer es conocer los músculos que conforman tu cuerpo y saber cuáles quieres trabajar. En base a ello, podrás elegir los mejores ejercicios e incluso el peso libre más adecuado. Una elección para la cual también puedes consultar a un especialista.

Hay diferentes tipos de ejercicios con peso libre que puedes realizar, tanto con apoyo externo (un banco, una silla, una pared…) como en solitario (de pie, con el cuerpo en forma de sentadilla, tumbado…), pero lo importante es mantener siempre la espalda recta para evitar dolores lumbares y tirones que puedan provocarte una lesión.

Las pesas son uno de los ejercicios con peso libre más habituales

Otro punto fundamental es saber cuánto peso puedes coger. Una equivocación muy común en principiantes es tratar de darlo todo en las primeras sesiones y levantar más carga de la que tu forma física puede soportar. Este error puede aumentar el riesgo de lesiones por no estar preparado para coger tanto peso. Además, debes cumplir a rajatabla la ejecución del ejercicio, tanto en forma como en tiempos, para evitar dichas molestias.

Por ello, lo mejor es empezar con poco peso e ir aumentando progresivamente según vayan transcurriendo las sesiones. Debe ser siempre un peso que puedas controlar, pero que te suponga algo de esfuerzo. No te acomodes a una carga inferior a la que puedes trabajar, porque entonces tus músculos se acostumbrarán a ella y no obtendrás beneficio alguno; ni a una superior, ya que corres el riesgo de lesionarte.

Por último, no te olvides de la importancia de trabajar el músculo en caliente. Para asegurar este aspecto, haz una rutina de diez minutos de calentamiento dinámico, una carrera suave, un poco de remo, ciclismo o ejercicios similares. El objetivo es que calientes el músculo para que esté preparado para empezar a coger peso. De igual modo, es crucial que hagas una sesión de estiramientos estáticos al terminar para que se enfríe y la fase de recuperación sea mucho más sencilla.