Hamid Ben Daoud (Nador, 19 de febrero de 1996) nació en Marruecos pero a los catorce años decidió buscar un futuro mejor y ayudar a su familia. Se escondió en los bajos del remolque de un autobús y llegó a Algeciras en 2010. Desde allí viajó a Bilbao y comenzó a jugar al fútbol en un centro de menores, hasta que un entrenador detectó su talento para el atletismo, hecho que supuso que colgara las botas de fútbol y las sustituyera por las zapatillas de clavos. Empezó corriendo 100 metros y tras probar todas las distancias, el pasado domingo logró en Praga la mejor marca española del año en maratón, con 2:08:14. Esta es la historia de superación de un atleta que, si no surge ningún contratiempo, podría ser el hombre llamado a reventar el récord de España de los 42,195 kilómetros.
Hamid, el pasado domingo corriste el Maratón de Praga en 2:08:14, que es la mejor marca española del año. Saliste muy rápido, con parciales de 29:40 al paso por el 10.000, 44:29 en el 15.000 y 1:02:52 en el medio maratón. ¿Estaba planeada una salida tan vertiginosa? Son ritmos de 2:05/2:06 en los 42,195 kilómetros…
En Praga había liebres para tres grupos y a mí no me convenían los ritmos del segundo y el tercero, así que decidí unirme al grupo más rápido porque si no corría el riesgo de quedarme muy atrás. Una vez ahí, mi idea era aguantar todo lo que pudiera…
¿Tenías en mente el récord de España, 2:06:52, en poder de Julio Rey?
No, no lo pensé en ningún momento. Iba en el grupo solo para intentar llevar un buen ritmo y afortunadamente todo salió bien.
Hasta el momento has corrido tres maratones, los de Valencia 2017 (2:12:31) y 2018 (2:10:21) y el de Praga (2:08:14). Cada vez que completas la distancia bajas más de dos minutos tu marca personal. Teniendo en cuenta que la primera media en la capital checa la corriste demasiado rápido (1:02:52), ¿crees que si hubieras encontrado un buen grupo que pasara el medio maratón en torno a 1:03:50 podrías haber bajado de 2:08 con facilidad?
Realmente no lo sé. Hay que tener en cuenta que competí en el campeonato del mundo de cross en Aarhus el 30 de marzo y desde entonces he tenido molestias en el tobillo y en la tripa. En cualquier caso creo que todo salió bien, que la marca es buena y estoy muy contento.
Conseguiste la nacionalidad española a finales de diciembre de 2018. ¿Te imaginabas que en tan poco tiempo ibas a lograr la marca mínima para el Mundial de Doha y los Juegos Olímpicos de Tokio?
Sí, era mi objetivo, entrenar duro para asegurar las dos mínimas, y ya las he logrado. Por eso salí a por todas en Praga.
Entrenando en solitario endurezco mi cabeza y eso me hace muy fuerte.
A día de hoy tanto tú como Javi Guerra y Dani Mateo ya tenéis la mínima olímpica en el bolsillo. Además, Toni Abadía debutará en otoño en maratón y teóricamente la mínima está a su alcance, aunque no sea nada fácil. ¿Cómo vives la rivalidad con tus compañeros? ¿En estos momentos te sientes el más fuerte de todos?
Creo que todo esto hay que vivirlo con humildad. Soy el que tengo menos experiencia y quiero aprender mucho de Javi Guerra, Martín Fiz, Chema Martínez y otros atletas experimentados.
Vives en Bilbao. ¿Sueles entrenar solo o acompañado?
No tengo gente para entrenar en grupo, así que lo hago en solitario. De este modo endurezco mi cabeza y eso me hace muy fuerte.
Prácticamente has pasado por todas las distancias en el mundo del atletismo. ¿Cuándo hiciste tu primera carrera?
Sí, he competido desde los 100 metros hasta el maratón y mi primera carrera fue en 2012. Llegué a España en 2010 y casi no sabía ni lo que era el atletismo. Estuve unos meses en el Centro de Menores de Amorebieta y luego me trasladaron al Centro de Menores de Zabaloetxe, que está en Loio y ahí es donde el entrenador Hassan Reddad me vio jugando al fútbol y observó que tenía un físico bastante atlético. Me sacó para que corriera una prueba en Iurreta. Yo era cadete y participé con los veteranos. Gané a todos, así que colgué las botas de fútbol y me decanté por las zapatillas de clavos de atletismo.
Después de unos años corriendo pruebas de velocidad y mediofondo, ¿cuándo descubres que tienes talento para las pruebas de fondo en ruta?
Siempre me ha gustado probar cosas nuevas y afrontar desafíos. En 2017 hice los medios maratones de Santander y Gijón y me encontré muy cómodo, así que decidí dar el paso al maratón y debuté en el de Valencia 2017.
El atletismo es un deporte muy duro y vivir de él es muy complicado. ¿Qué estudios has llevado a cabo en estos años en España para tener un plan B?
Después de la ESO, hice un Grado Medio de Climatización y también he estudiado inglés. Ahora estoy también con el chino…
Hay personas que no aceptan demasiado bien el tema de las nacionalizaciones. ¿Te sientes cómodo e integrado?
Sí, me siento integrado y siempre con ganas de aprender de los demás compañeros, con humildad y jamás pensando que soy el mejor, para intentar triunfar a través de ese aprendizaje.
Cuando eres profesional tienes que concentrarte en los objetivos y entrenar más. Ya no tiene sentido participar en carreras populares.
¿Te puedes ganar la vida corriendo?
Como atleta de alto nivel puedes llevar una vida normal, sin lujos. Cuando eres profesional tienes que concentrarte en los objetivos y entrenar más. Ya no tiene sentido participar en carreras populares, y ahora me centro en cross, maratón y algunas pruebas de pista. Mis pruebas favoritas son el maratón y las pruebas de campo a través.
¿Por qué abandonaste Marruecos y decidiste venir a España?
Vine para buscar un futuro mejor y ayudar a mi familia. Con 14 años fui al puerto de Nador, desde donde salen los autobuses con destino a Europa. Me escondí debajo de un remolque de un autobús y logré cruzar el charco, llegando a Algeciras. Pasé una noche por el monte. No conocía a nadie. Me encontré con un paisano que me ayudó a comprar el billete para ir a Bilbao, que es un lugar del que me habían hablado. Yo quería ir a un centro de menores y que me ayudaran.
Emociona mucho escuchar tu historia y saber que has pasado de no tener nada y esconderte en los bajos de un remolque a ser el maratoniano español con mejor marca en la temporada actual. Supongo que te invade un sentimiento de orgullo por todo lo que has luchado para llegar hasta aquí, ¿no?
En la vida, si no trabajas muy duro y no afrontas todos los obstáculos que se te presenten, no vas a llegar a cumplir tus objetivos. Yo he sufrido un montón y menos mal que en los malos momentos me han ayudado mi entrenador Hassan Reddad, mi abogado Borja Osés, el jefe del centro de menores, Carlos Sagardoy Azagra y mucha gente del País Vasco. Estoy muy agradecido a todos ellos.
¿Cuáles son tus planes desde ahora hasta el Mundial de Doha?
Ahora mismo lo más importante es descansar y luego tengo que sentarme con mi entrenador para que me diseñe un plan de entrenamiento adecuado para el objetivo, que es el Mundial. Después de Doha ya veremos cómo decidimos afrontar el año 2020, con los Juegos Olímpicos siempre en la mente.