"Los pies humanos, una vez que se acostumbran a correr descalzo, creo que es imposible que vuelvan a correr en zapatillas". Así de contundente es Karim El Hayani, que con apenas 12 años cruzó el estrecho dejando atrás su Tánger natal, sin compañía familiar. “Lo hice buscando un mejor futuro, como muchos jóvenes. Me metí en las ruedas de un camión y crucé el Estrecho. No piensas en el riesgo, pero si se te resbala una mano puedes morir. No sabía el idioma ni tenía un euro. Me colé en un autobús hasta Madrid. Estuve un día sin comer pero en esa situación lo que menos tienes es hambre. Allí me cogió la policía y acabé en Aldeas Infantiles de El Escorial. Así empezó una nueva vida para mí y aunque me trataban muy bien y pasaba el día riendo, por la noche lloraba porque no podía sentir el cariño de mi madre".
A Karim le gustaba el fútbol, y su primera carrera la hizo con botas de fútbol, hasta que un día probó en las carreras de montaña y consiguió ser el mejor junior en la Copa de España. Dio el salto al ultrafondo y se convirtió en el ganador más joven de la Javelina Jundred, una carrera de 100 millas en el desierto de Arizona (hizo los 166 km en 9 horas y 20 minutos).
”Pienso mucho en los niños de África, lo que tienen que sufrir por un trozo de pan y pienso que para mí no es ningún esfuerzo correr un kilómetro más".
Su última hazaña ha sido lograr la mejor marca de 21 km sobre nieve y hielo. 1:37:54 para completar el Medio Maratón en condiciones extremas en el lago congelado de Beauport, en Canadá, con una sensación térmica de menos 13 grados. Como anécdota las liebres en lugar de ser corredores eran patinadores sobre hielo. Y corrió como siempre descalzo. “Las zapatillas son un peso innecesario para mí. No me permiten correr con buena técnica y me lesionó más. Yo de pequeño iba siempre descalzo o con unas chanclas de 50 céntimos. Al principio no aguataba ni cinco minutos pero poco a poco mis pies se fueron adaptando”.
Le preguntamos a Karim cuál es su secreto para motivarse cuando está dentro de uno de estos grandes desafíos. ”Pienso mucho en los niños de África, lo que tienen que sufrir por un trozo de pan y pienso que para mí no es ningún esfuerzo correr un kilómetro más. Para ganar me motivo pensando en ellos, que no tienen nada pero que siempre están sonriendo".
Karim El Hayani tiene ya el próximo objetivo en mente: correr 250 kilómetros descalzo en el desierto. Será el próximo mes de marzo. ¿Aguantarán sus pies el calor como lo han hecho sobre el frío?
PÓDCAST: Consejos y material para correr en la nieve
Puedes suscribirte al pódcast CORREDOR en las principales plataformas: iVOOX, Apple y Spotify.