Las contracturas son lesiones musculares producidas por una sobrecarga en un trabajo intenso o una tensión constante. Se produce una acumulación progresiva de los metabolitos de desecho que unido a un déficit de riego sanguíneo por la tensión acumulada provocan dolor e inflamación. El tejido muscular permanece contraído involuntariamente notándose un tono mucho más elevado,
Es conveniente para de inmediato la actividad física y empezar a aplicar terapias que eliminen esta tensión para evitar que la contractura acabe en una rotura que nos puede tener meses parados.
¿Qué es lo que debemos hacer?
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Aplicar calor local para mejorar la circulación sanguíneo. Esto relaja y tiene un efecto analgésico
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Estirar de forma suave y pasiva. Asi logramos ir eliminando la tensión de la zona afectada
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El masaje es muy recomendable. Gracias a él vamos a conseguir un aumento del flujo sanguíneo que mejora la recuperación de tejidos y la limpieza de los metabolitos, además de propiciar una relajación del músculo reduciendo la tensión y como consencuencia el dolor. Lo mejor sería acudir a un fisioterapeuta profesional, pero también podemos aplicar un automasaje fascial con un roller. Es un recurso que suele ser muy eficaz en la recuperación, sobre todo porque se centra en el trabajo con el tejido conjuntivo como fascias y aponeurosis.
Importante: huir del "no pain no gain" ("sin dolor no hay beneficio"). Aguantar el dolor en caso de una contractura sólo nos va a llevar a un mal mayor. No tratar las contracturas y las adherencias del tejido conectivo puede ser causa directa de una rotura muscular.