En el mercado hay complementos alimenticios (que como tales no son medicamentos y por ello pueden venderse fuera de las farmacias) en los que se combinan ambos e incluso algunos contienen un compuesto sulfuroso que podría estimular la formación del líquido sinovial y retrasar la degeneración del cartílago. La prescripción según las indicaciones es de 2 cápsulas por la mañana y 2 por la noche, todos los días durante 3 meses. Asimismo, se suele recomendar una cápsula al día de un compuesto de nutrición articular a base de colágeno y mucopolisacáridos.
Pero no dejéis de lado el hecho de que son complementos nutricionales y por tanto es muy importante que la alimentación esté acorde y sea lo más sana posible, incluyendo alimentos antiinflamatorios como los pescados azules, la cebolla, la piña, el brócoli, la avena, etc.
En mi opinión para tratar la artrosis de rodilla más importante que los complementos nutricionales es la prevención mediante ejercicios orientados por un fisioterapeuta en los que se trabaje la higiene postural y el cuidado de la rodilla. Mejorar la biomecánica de las piernas comienza por valorar la pisada con un podólogo deportivo que te oriente en el calzado más acorde para ti y en la necesidad de corregir posibles alteraciones biomecánicas. Tratar de facilitar la óptima posición de la rótula estirando la cintilla iliotibial, el recto anterior del cuádriceps, psoas iliaco y los isquiotibiales, el fortalecimiento equilibrado de la musculatura de las piernas (en especial del vasto medio del cuádriceps en los últimos grados de la extensión) facilitarán la dinámica articular.
Un glúteo medio y una musculatura abdominal fuerte permitirá además de una cadera estable un control de la rotación interna de la tibia que contribuirá a disminuir el estrés que reciben tus rodillas mientras corres.