Temo muy a pesar que en este momento el árbol me impide ver el bosque, y es que por mucho que lo observo, soy incapaz de encontrar lo favorable a tener que cerrar temporada antes de lo previsto. Siendo muy duro y sintiéndolo mucho por todos aquellos que si estuvieron ahí, no podré competir en el campeonato nacional este fin de semana y buscar así los puntos que me faltaban para acudir al mundial de este año si me ganaba la plaza.
Es cierto que teniendo a la vista un año tan apasionante como el 2024 podría sacar una lectura algo más optimista, pero dadas las circunstancias ha sido el peor desenlace para una temporada que pintaba muy bien. En las últimas tres competiciones fuera de mi prueba había realizado marca personal y el debut en mi disciplina tras la operación había sido bastante bueno y con mucho margen.
Luego algo pasaba y no sabíamos que era, si la altitud estaba siendo mal asimilada o incluso si me estaba suponiendo un estrés no haber realizado la mínima mundial a la primera. Al final algo había y la semana pasada dio la cara, y gracias que la dio. Parece que me hago algo mayor y después del capítulo de mi primera endodoncia, ha llegado el de mi primera piedra en el riñón, cólico y prostatitis. Me ha dejado completamente fuera en 21 días. Una película de terror que ni en las mejores salas me habría gustado visionar.
Gracias por la comprensión a todos aquellos que han seguido aportando su apoyo durante el proceso de recuperación de la cirugía. Aún queda temporada por delante pero de aire libre ya no la habrá para mí.