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En mi opinión, la de los 400 metros vallas será la final con más calidad de estos Juegos, con dos atletas con opción de batir el récord del mundo, Karsten Warholm y Rai Benjamin, sin olvidarnos de otros dos muy capaces de hacerles frente, Abderrahman Samba y Alison Dos Santos.
Warholm y Benjamin nos han regalado un enfrentamiento en semifinales que más se parecía a una partida de cartas en la que ninguno de los dos quiso enseñar sus bazas; aun así, 47.30 para el noruego contra unos 47.37 del estadounidense que, un par de calles por debajo, optó por medir a Warlhom para salir a la última recta a unos escasos metros por delante del que posee la mejor marca mundial de la historia en los 300 metros vallas (33.26, junio de este año, Karsten). El noruego, sin gastar los 13 pasos a los que nos tiene acostumbrados (aquí ha hecho 15) en los últimos dos parciales de vallas (la novena y la décima) para lograr sus mejores marcas, entre ellas el actual récord del mundo de la prueba (46.70), ha sido capaz de ganar a Benjamin (que tiene una mejor marca de 46.83 conquistada este curso) en esta semifinal. En la final, Benjamin partirá una calle por debajo (5) que Warlhom (6), parecido a lo que sucedió en la anterior carrera… veremos si entonces se sentó un precedente y el americano puede volver a tomarle la medida en los primeros tres hectómetros.
Por otro lado, Abderrahman Samba (mejor marca personal: 46.98) y Alison Dos Santos (mejor marca personal: 47.31, en la semifinal) nos han hecho disfrutar de dos pugnas, primera ronda y semifinal, en las que se repartieron las victorias. Estos duelos probablemente pasarán factura. Samba, que sabe lo que es colgarse una medalla a nivel mundial (Doha 2019), espera su momento para plasmar su nombre en el olimpo, siempre y cuando no tropiece con Dos Santos, el único atleta capaz de correr dos parciales (cuarta y quinta valla) en 12 apoyos (a veces me ha parecido verle tres), que lleva una temporada imponente, con 6 carreras entre los 47.31 (ayer) y los 47.68.
De los finalistas de Rio 2016 sólo dos atletas repiten Tokio; el turco Yasmani Copello y el estonio Rasmus Maggi. Copello, con una mejor marca de 47.81 en 2018, ya ha subido a un podio olímpico; fue bronce en 2016 (también ha sido segundo en el Mundial de Londres 2017). Este año ha estado cerca de su marca personal, consiguiendo tres de sus mejores 10 registros personales: 47.88, 48.19 y 48.35. Rasmus Maggi batió el récord nacional en su s’emi’ (48.36), llegando por detrás de Kyron Mcmaster, de las Islas Vírgenes Británicas (con una marca personal de 47.50 lograda en 2021), que ya fuera cuarto en Doha 2019. En esta final habrá otro europeo, el italiano Alessandro Sibilio, campeón continental sub 23, que se ha ganado su puesto en esta fiesta realizando marca personal en la ronda previa: 47.93.
Mucha figura para sólo tres medallas, muchos enfrentamientos que se resolverán a la sombra de una gran final, la final, un duelo a la vuelta de la pista entre ocho atletas en los que sólo un segundo separa al más rápido del más lento.
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