Llegó el martes en Boston y las cosas se calmaron tras un post-carrera convulso en la línea de meta del maratón más antiguo del mundo. Eliud Kipchoge salió derrotado del que iba a ser su quinto 'major' y, por una razón o por otra, acabó sin hablar con la prensa tras finalizar la carrera. Los periodistas, por supuesto, se quejaron al respecto y la rueda de prensa que ofreció el keniano tu un pequeño momento tenso a ese respecto, solucionado con su característica sonrisa y con un “podéis preguntar lo que queráis, puedo estar aquí 10 minutos más".
Y allí estuvo, el mejor maratoniano de todos los tiempos, respondiendo preguntas que querían desentrañar los motivos que habían llevado al protagonista a sucumbir ante sus rivales y ante un maratón en el que no ha triunfado ningún campeón olímpico. Boston es especial por muchas cosas, pero sobre todo por un recorrido rompepiernas en el que Kipchoge no quiso realizar un reconocimiento previo.
"Mi pierna izquierda no subía en las zancadas", explicó un atleta keniano al que pudimos ver terrenal en las calles de Boston, lejos de su figura que en muchas ocasiones resulta inmortal. "Creo que ahí es donde estuvo el problema. Traté de correr al ritmo necesario [para ganar] pero no estaba funcionando, así que me propuse correr a un ritmo cómodo para terminar”.
En cuanto al futuro y el posible asalto al Maratón de Nueva York, Kipchoge explicó en la rueda de prensa que "todavía no lo sé. El resultado de ayer en realidad desestabilizó todo, y necesito volver a casa, reorganizar nuevamente y regresar con un programa sólido”. Además, contó que en sus planes está regresar a Boston y correr el maratón nuevamente: “absolutamente sí, y ganar el maratón de Boston”.
LA ENTREVISTA COMPLETA A KIPCHOGE