Mundial de Tokio 2025

Medalla de bronce para Paul McGrath en los 20 kilómetros marcha

El marchador catalán concluye tercero unos 20 km en los que Diego García es octavo (su primera plaza de finalista en sus seis Campeonatos del Mundo) y Álvaro López 21.°

RFEA

4 minutos

Paul McGrath se broncea en Tokio 2025 1| Foto: RFEA / Sportmedia

Otro terceto potente, con el doble medallista europeo Diego García (sexto en los Juegos de Tokio), el subcampeón de Europa Paul McGrath y el campeón de España Álvaro López. Sus marcas personales y del año, por orden de mención: 1:18:19/1:18:28, 1:17:55/1:18:05 y 1:19:38. Era el sexto Mundial consecutivo para Diego, el debut de Paul y el segundo para Álvaro (estuvo en los 35 km de Eugene 2022).

Paul (primero en el Campeonato de Europa por Equipos este año), siguiendo los dictámenes de la lógica, era presentado por la organización como uno de los favoritos, y el pupilo de Alejandro Aragoneses correspondía abandonando el Estadio Nacional en las primeras posiciones, al igual que Diego, que se colocaba justo después, algo por delante (no mucho) de su compañero de entrenos, Álvaro, ambos dirigidos por José Antonio Quintana.

El primer parcial de 5 kilómetros se cubría en 20:17, con Paul (4.º) y Diego (10.º) en el grupo de cabeza y Álvaro a 12 segundos (29.º). Fueron llegando diferentes cambios de ritmo, pero tanto Paul como Diego no se inmutaban y, aunque el grupo se iba despojando de marchadores, ellos continuaban entre los 10 elegidos. En el kilómetro 9 (36:08) llegó el primer envite de Paul, un cambio nada sutil para saber quiénes empezaban a flojear. No acababa de quedarse nadie, pero los gestos de incomodidad de los rivales eran evidentes. El 10 se cubrió en 40:04 con Paul liderando y Diego 8.º a dos segundos. El arreón de Paul comenzaba a hacer pupa y el grupo se estiraba con alto riesgo de fractura, aunque los ánimos se calmaron un poco al llegar al avituallamiento. Álvaro pasaba 29.º a 39 segundos de Paul.

Vino después la apuesta del francés Bordier (pero su acelerón fue castigado por los jueces con una segunda tarjeta roja), aunque no tardó en aplacarla Paul. Ya solo eran 8, los dos españoles entre ellos (primero y sexto al paso por el kilómetro 12). Poco después daba síntomas de fatiga Diego, al tiempo que se animaba Paul a dar otro nuevo tirón al que solo respondía el local Yamanishi, el plusmarquista universal y dos veces campeón del mundo. Poco después se les adhería el chino Wang. Tras ellos se abría un hueco que les posicionaba en una situación privilegiada en la lucha por las preseas, aunque por detrás venía remontando (no llegó a estar nunca en el grupo) el brasileño Caio Bonfim (subcampeón olímpico y mundial), un experto en gestión de esfuerzos que, al paso por el 13, estaba solo a tres segundos del trío cabecero y arrastraba tras de sí a los damnificados del ritmo del catalán. Antes de la hora de prueba culminaba su exhibición, alcanzaba a los líderes y se ponía a tirar (con él llegaron Qian, Hurtado y Quinion).

En el kilómetro 15 (59:37) iban siete, pero poco después a Hurtado le mostraban la tercera roja y Yamanishi se escapaba (un acelerón de riesgo con dos tarjetas en su haber que culminaría con una tercera y el paso por el área de penalización). Diego era 12.º (1:04:09) y Álvaro López 22.º (1:05:19). Poco después Paul daba comienzo al show. Lanzaba el órdago definitivo y solo Wang parecía tener fuerzas para contenerle (pasaba el 17 a dos segundos). Por detrás, Quinion, en posición de bronce (a 7). Se focalizaba Paul en mantener una renta que comenzaba a ampliarse y ya era de 9 segundos en el kilómetro 18, cuando le avisaban de su segunda tarjeta roja y se veía obligado a aminorar un poco su caminar. Crecía la tensión en los aficionados españoles que ondeaban las banderas animando al espigado marchador a ambos lados de la calzada. Por detrás, Wang no perdía la fe, lo mismo que Bonfim, el hombre que muere y resucita como quien baja a por el pan… tanto que sobrepasó al chino y al español, que comenzaba a ceder, y se colocaba primero a falta de un kilómetro.

Se iba el brasileño, subcampeón en los 35 km el sábado pasado, y Paul trataba de cambiar bronce por plata, pues tenía al chino a tres segundos. Aunque acabó teniendo que defenderse del acoso de Quinion, que nos hizo envejecer una década en el tramo de tartán, la historia tuvo final feliz y el mejor de los españoles se colgó la medalla de bronce (1:18:45) a dos segundos de Wang y 10 del inclasificable Bonfim. El francés fue cuarto, finalmente a 4 segundos que se nos antojaron 4 milésimas. La fiesta la continuó Diego, finalista (8.º, 1:20:05, su mejor resultado en un Mundial) —hemos tenido marchadores entre los ocho primeros en las cuatro pruebas de marcha—, y la clausuró Álvaro López (21.º, 1:21:28). La medalla de Paul es la tercera de #EspañaAtletismo en este Mundial y ratifica a su especialidad como una fuente inagotable de metales y alegrías para nuestro deporte.

Entre ambas pruebas de asfalto salió a competir Diego Casas, el discóbolo entrenado por Jorge Gras. Pedían 66.50 o estar entre los 12 mejores tiros para estar en la final del domingo (13:10). El ganador de los últimos tres títulos nacionales, poseedor de una marca de 65.54 (cuarta española de todos los tiempos), firmó un primer intento de 60.81. En el segundo mejoró hasta 61.92 y el tercero lo saldó en 62.54, lo que fue insuficiente para seguir adelante en su primer Mundial.

La quinta prueba del heptatlón (longitud) prometía cosas interesantes para María Vicente, cuya marca personal, 6.80 solo era superada entre las presentes por dos mitos: Thiam (6.86) y Johnson-Thompson (6.93). De hecho, es la marca más valiosa (1174 puntos), si nos atenemos a la Tabla Húngara, de todas las que posee la catalana, que afrontaba sus tres saltos como 12ª del sumario, con 3704 puntos, 39 por encima de su récord de España y a 73 de la plaza de finalista. En el primero de ellos, luciendo un aparatoso vendaje en su pierna izquierda y dejándose 15 centímetros en la tabla, la pupila de Ramón Cid aterrizó a seis metros justos. El segundo lo solventó con un brinco algo más largo, 6.10. Y concluyó con un intento nulo, por lo que se fue del saltadero con 880 puntos. Tras la prueba se situaba 13.ª con un montante de 4584 puntos.

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