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Mi nombre es Nerea Julián Pomares y tengo 23 años, soy enfermera a tiempo completo y runner a tiempo parcial. Empecé a correr en octubre de 2018 tras ver Valencia preciosa y llena de corredores en la Media Maratón. En mi mente ese día pensé "algún día yo haré esta carrera".
Mi primer reto deportivo fue hacer el 10k de Ibercaja de enero del 2019, esa fue mi primera carrera seria. Empecé a entrenar con un amigo, él me hacía los planes y alguna vez me acompañaba. En el transcurso de octubre del 2018 a enero del 2019 logré correr 10 kilómetros (algo que hasta entonces creía imposible) y además logré mejorar una barbaridad. Al mes siguiente hice una de 15k y con el subidón en el cuerpo, ese mismo día, me apunté a la media maratón de Valencia de ese año. Seguí entrenando duro y haciendo otras carreras.
En julio empecé a entrenar con Natacha López, una mujer maravillosa y un ejemplo de superación, pero en agosto una tendinitis en el tensor de la fascia lata (cintilla) me hizo parar durante cuatro meses. Cuatro meses llevando mis entrenamientos a cabo en la elíptica, probándome de vez en cuando corriendo y frustrándome porque no podía hacer más de un kilómetro. Esto sin duda ha sido de lo más duro que me ha pasado en mi corta trayectoria como corredora. Esta lesión me dejó fuera de la media maratón de Valencia y me dejó cuatro meses sin poder hacer un deporte con el que disfruto día a día. Pero en noviembre pude volver a entrenar y vi un poco la luz.
En diciembre tenía el 10k de Trinitat Alfonso, la que se hacía junto a la Maratón de Valencia, y sin duda poder cruzar la alfombra azul era uno de mis sueños. Así que recuperé la ilusión y las ganas, puse todo mi empeño y el 1 de diciembre, después de 4 meses sin poder correr, me puse mi dorsal y salí a dar todo de mí. Ese día fui muy feliz por varias razones: por volver a correr, por ver Valencia tan bonita y unida por el running, por superarme y por hacer marca personal y lograr bajar por primera vez de 50 minutos en 10k. A partir de ese día empecé a creerme un poco más que podría lograr lo que me propusiese y a entrenar con más ganas que nunca.
En los entrenamientos disfruto mucho, me gusta entrenar con mi club, dar todo de mí y sentir que he dado lo mejor en cada uno de ellos. Me gustan los jueves de fuerza (cuestas y gradas), me gustan los jueves de series y me gustan los largos del domingo. Pero, detesto las series de 1000, los entrenamientos piramidales y los días de aire.
Sin duda, una de las cosas que más me ha costado en este mundillo ha sido conocer mis propios límites, creer en mí misma y desarrollar la fortaleza mental que un corredor necesita tener. Pero poco a poco, voy consiguiendo que mis puntos débiles no lo sean tanto; que una carrera de 12 kilómetros sola no se me haga un mundo y que cada día visualice más mis objetivos a corto plazo.
A corto plazo me gustaría conseguir bajar de 45 minutos un 10k, hacer mi primera media maratón (porque este año el coronavirus acabó con poder correr la Media Maratón de Valencia) y hacer alguna carrera fuera de mi comunidad. A largo plazo, como buena amante del running, sueño con hacer alguna maratón, y soñando mucho hacer alguna de las 6 Majors (ojalá New York o Chicago), seguir mejorando día a día y hacer algún reto personal que aún está por fijar.
A todas aquellas que estén pensando en empezar a correr yo les animo a que lo prueben y disfruten del camino. No os agobiéis si al principio no podéis correr más de 10 minutos seguidos, poco a poco y paciencia. Pero sin duda, ¡hacedlo! No sabéis lo bien que sienta salir a correr, despejarse, sentirse libre, ponerse metas y objetivos, superarse, hacerse fuerte física y mentalmente, disfrutar de paisajes maravillosos, conocer personas bonitas, cruzar metas, sentirse que nada ni nadie puede pararte...
Correr mola, correr te hace sentirte aún más libre, y sí, a veces ayuda a escapar de nuestras preocupaciones y de nuestros problemas, pero siempre, siempre, te hace acabar satisfecha y con una sonrisa en la boca (porque el deporte nos hace liberar endorfinas). Cálzate las zapatillas y empieza a correr.
¡Así es Nerea! Cuesta comenzar pero la recompensa es tan maravillosa que merece la pena hacer el esfuerzo de intentarlo.
Muchas gracias por compartir tu historia con nosotras y a por todo esos retos que tienes pendientes.
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