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Hasta ahora estamos teniendo un otoño más bien suave; las temperaturas no han caído en picado todavía, pero… lluvia y viento han aplazado más de una salida en las últimas semanas, ¿verdad? (Ah, ¿no os ha pasado? ¿Soy la única? Upss…). Sea como sea, empezamos a necesitar una chaqueta en los entrenamientos y esta Joma Suido es una opción no solo asequible, sino también muy, muy funcional.
No te dejes engañar por su tejido fino (90% poliéster y 10% spandex), ya que abriga más de lo que parece. Mi idea, de hecho, era dejármela puesta durante toda la sesión, pues su ligereza y adaptabilidad al cuerpo invitaba a ello. Ya tenía los pulgares en las aberturas correspondientes que incorpora en los puños (detalle perfecto para no pasar frío cuando aún no es preciso gastar el cartucho de los guantes) y la cremallera subida. No había metido las llaves en los bolsillos, también con cremallera, porque no me gusta sentir que golpean en los laterales, pero lo cierto es que esta chaqueta de Joma se ajusta bastante bien y no tardé en hacerlo.
Empecé y rápidamente me di cuenta de que proporciona una temperatura de confort óptima; lo que me sobraba era la camiseta térmica que llevaba debajo. Tras la parada correspondiente para quitármela, seguí. Y aquí sí empecé a disfrutar de las virtudes de la Suido de Joma.
Está confeccionada en punto elástico, lo que facilita la práctica de cualquier deporte (lo confieso: también he hecho alguna ruta en bicicleta con ella. Y he vuelto encantada). No te diré que es como no tenerla puesta, pero no interfiere en los movimientos, permite una buena ventilación y resulta muy cómoda. Esto lo consigue gracias a la ligereza de la que hablábamos antes, cortesía de la microfibra presente en su composición.
La sesión sigue avanzando y, cuando el sol de primeros de noviembre empieza a asomar entre las nubes, me veo obligada a despojarme temporalmente de esta chaqueta para corredores. Por supuesto, la prenda está cumpliendo su papel, proporcionando el calor que se espera, pero un día como hoy, con temperaturas que de repente han subido por encima de los 18 grados, es necesario anudarla en la cintura. No es lo más cómodo del mundo, desde luego, y se echa de menos otro sistema para llevarla encima.
Terminado el entrenamiento, vuelvo a ponérmela; no quiero arriesgarme a pasar frío. Durante los estiramientos se hacen más patentes las ventajas de su elasticidad y su corte, con un entallado muy sutil que favorece bastante. Se adapta lo necesario, ni más ni menos, sin comprometer los movimientos más amplios.
La cremallera que presenta recorre todo el frontal (eso me ha permitido quitarme la chaqueta sin interrumpir las zancadas). Es del mismo color coral que el resto de los elementos que hacen contraste: puños, bajo, vivos en las mangas, el logo de Joma y una franja vertical en el tercio superior de la espalda. Si bien no son reflectantes, los tonos que se acercan a los flúor se agradecen en la ropa de color negro, pues aportan visibilidad y, aunque el día sea soleado, siempre es interesante ser visto.
Dicha cremallera no llega a rozar la barbilla, ya que el cuello es medio, pero tiene uno de esos detalles que aportan valor a la prenda: un protector en la parte superior que evita rozaduras. La chaqueta Joma Suido cuida estos pormenores bien pensados. ¡No hay excusa para no salir!
Precio: 44 €
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