Los ejercicios isométricos son un conjunto de rutinas que someten a los músculos a una gran tensión a través de repeticiones, con la salvedad de que no se produce ningún movimiento o rotación del mismo.
Es una actividad que si se realiza con cierta regularidad, puede ayudar a mejorar tu rendimiento y a conseguir un óptimo nivel físico. Además, se pueden combinar sin problema con otros ejercicios aeróbicos y anaeróbicos, y permiten tonificar gran parte de los músculos del cuerpo.
Asimismo, los ejercicios isométricos se utilizan en el ámbito de la rehabilitación, ya que ayudan a tratar las molestias o lesiones que pueden aparecer tras practicar cualquier deporte.
Tipos de ejercicios isométricos
Ahora que has conocido en profundidad qué son los ejercicios isométricos, a continuación vamos a detallar los distintos tipos que existen:
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Ejercicios isométricos activos. Estos se caracterizan en que es la propia persona la que ejerce la fuerza sobre un objeto como, por ejemplo, empujar una pared o hacer presión sobre un elemento que esté anclado a una superficie.
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Ejercicios isométricos pasivos. Con estos se mantiene una posición fija, aguantando el peso de un objeto en particular y sin realizar ningún movimiento. Dependiendo del número de repeticiones y el tipo de actividad, conseguirás un efecto u otro.
Beneficios de los ejercicios isométricos
Una de las principales ventajas de los ejercicios isométricos es que se pueden ejecutar en cualquier lugar. De hecho, son muchas las personas que los practican en casa cuando no tienen tiempo de acudir a un gimnasio. Bajo esta premisa, esta actividad aporta los siguientes beneficios:
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Permiten ejercitar músculos de manera local. Los ejercicios isométricos tienen la gran baza de que permiten tonificar ciertas partes del cuerpo de manera práctica, sencilla y, sobre todo, focalizada sin mayores complicaciones.
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No necesitan una maquinaria compleja. En la mayoría de ocasiones, solo vas a necesitar una esterilla y una pesa. Por esta razón, son una opción a tener en cuenta para aquellas personas que no tienen demasiada experiencia a la hora de tonificar sus músculos.
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Se pueden realizar en un corto espacio de tiempo. Otra de las ventajas de los ejercicios isométricos es que se pueden realizar en apenas unos minutos. Por ello, seguro que son de utilidad si no dispones de tiempo suficiente para hacer un entrenamiento completo o ir al gimnasio.
Si finalmente has decidido incluir los ejercicios isométricos en tu entrenamiento, es importante que los hagas siempre bajo la supervisión de un entrenador profesional. A partir de ahí, te recomendará una rutina que realmente se ajuste a tus objetivos.