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El Maratón de Nueva York en números

Estadísticas de la gran prueba neoyorquina.

Óscar Fernández

2 minutos

El Maratón de Nueva York en números

El primer Maratón de Nueva York tuvo lugar en 1970 y su recorrido transcurrió íntegramente por Central Park. Los corredores tuvieron que dar 4,35 vueltas al recinto. Se hizo así realidad la idea de Fred Lebow de realizar una prueba de 42 km en la Gran Manzana. El propio Lebow fue uno de los 55 participantes que llegaron a meta. Participaron 127 atletas, que corrieron ante una centena de espectadores. En la llegada no había ni arco, el trofeo al ganador era reclicado y el sonido era solo un megáfono en manos del locutor de la prueba. El vencedor fue Gary Muhrcke con un tiempo de 2:31:38. Ninguna mujer logró terminar. Tuvimos que esperar al año siguiente para ver la primera mujer convertirse en finisher en Nueva York; el honor lo tiene Beth Bonner (2:55:22).

Nadie podía imaginar que la prueba organizada por Lebow alcanzaría una dimensión como la actual. El impulsor del evento corrió 69 maratones en 30 países, incluyendo uno muy emotivo en 1992, cuando ya le habían diagnosticado el cáncer que le segaría la vida. Su figura está inmortalizada en un estatua, junto al lugar donde cada primer domingo de noviembre se erige la meta.

En 1976 se cambió el recorrido y la carrera transitó por primera vez por los five boroughs de la ciudad. El Bronx, Manhattan, Brooklyn, Staten Island y Queens.

La prueba tuvo una madrina de lujo, Grete Waitz. En una época donde el mundo del running todavía estaba despegando para la gran masa de aficionados, la noruega puso su granito de arena para que la mujer se introdujera de manera masiva en el maratón. Rompió moldes y logró popularizar los 42 kilómetros entre las chicas. Su legado son 9 victorias en Nueva York (3 batiendo el récord del mundo), pero más allá de esa innegable huella quedó el hecho de que los organizadores, marcas deportivas, patrocinadores y toda la parte comercial que estaba surgiendo alrededor de las grandes maratones se percataran de que una mujer maratoniana podía tener su propio recorrido.

Ella pasó a ser el mascarón de proa de las fondistas. El Maratón de Nueva York, con la figura de Waitz, y el maratón olímpico de Los Ángeles 1984 fueron los dos grandes espaldarazos que situaron al maratón femenino a la par que el masculino y con ello cambiaron el rumbo de la historia del atletismo.

La participación española en el Maratón de Nueva York siempre ha sido destacada, tanto en número como en calidad; Martín Fiz, Abel Antón, Chema Martínez, Alessandra Aguilar, Mónica Pont, Juan Francisco Romera...

Las mejores marcas españolas en Nueva York están en manos de dos de los atletas mencionados con anterioridad: Martín Fiz (2:12:03 en 1999) y Alesandra Aguilar (2:33:08 en 2011). Los mejores puestos nacionales corresponden a Juan Carlos Montero (quinto en 1988) y Mónica Pont (novena en 1997).

A lo largo de la historia, la carrera más famosa del mundo ha deparado innumerables anécdotas. Una de la más recordadas fue la equivocación de Germán Silva en 1994. El mexicano estaba en la disputa de la victoria con su compatriota Benjamín Paredes cuando, dentro del último kilómetro, siguió a la moto de la televisión en lugar del recorrido. Paredes optó por el camino correcto, pero no esperó a Silva, quien en un final apoteósico remontó cuando faltaban poco más de 200 metros.

En 2012 tuvo lugar la única suspensión de la carrera: tuvo que ser cancelada la por la llegada del devastador huracán Sandy.

El Maratón de Nueva York en números