"¡Récord de España absoluto en 100k! Sí amigas… ¡soy recordwoman! ¡Mejor marca de todos los tiempos en la distancia! Con un crono de 7:47:46, he batido el anterior récord por casi 5 minutos". Asi empezaba el texto en sus redes sociales Estefanía Unzu, conocida como Verdeliss, para celebrar su nuevo éxito. Si hace apenas una semana lograba el triunfo absoluto en el World Marathon Challenge (el reto de correr 7 maratones en 7 días en 7 continentes) ahora ha logrado el que sería su primer récord de España en la prueba que se celebro en la ciudad de Camberra (Australia).
La navarra ha participado en el Campeonato de Australia y allí ha finalizado segunda con un tiempo de 7:47:46, rebajando en casi cinco minutos el anterior récord de España que estaba en poder de Mireia Sosa desde 2023 (7:52.21). Sin embargo, la polémica ha surgido en redes sociales debido a que hay una española que ha corrido más rápido esa distancia y, además, lo hizo en el Campeonato del Mundo de 2022.
Se trata de Carmen María Pérez, quien en el Mundial de 2022 corrió los 100 kilómetros en 7:47:14, 32 segundos mejor que Unzu, lo que en aquel momento la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) anunció como nuevo récord de España (ver aquí el post en X). La problemática surge cuando entra el reglamento de la RFEA, que exige que para que se ratifique el récord de España el deportista debe pasar un control antidopaje que debe solicitar él mismo. Pérez no lo solicitó, según ha explicado en sus redes sociales no lo hizo por desconocimiento, y la RFEA no ratificó su récord.
SI NO HAY CONTROL ANTIDOPAJE, NO HAY RÉCORD
Esta situación ya ha ocurrido en alguna ocasión, con deportistas conociendo la normativa el día siguiente de su actuación y teniendo que pasar un control a prisa y corriendo, pagando de su bolsillo el coste del mismo. Ver aquí la normativa RFEA para la ratificación de récords de España.
Por este motivo, hasta que los resultados favorables del control antidopaje de Estefanía Unzu no lleguen a manos de la RFEA, el récord no será ratificado. Según ha podido saber la revista Corredor, la atleta española pasó un control antidopaje en la prueba australiana por lo que la ratificación del récord se efectuará en cuanto la RFEA reciba los resultados.