Pues depende mucho de cuál sea tu objetivo. Efectivamente la fruta es una de las mejores alternativas para tomar antes de salir a correr si lo haces a una hora en la que ya ha pasado bastante tiempo de tu última comida y empiezas a sentir hambre. Un plátano, una manzana o unas uvas son una buena alternativa para salir a correr sin esa sensación incómoda de hambre pero a la vez poder hacerlo sin tener pesadez de estómago que dificulte nuestro rendimiento en el entrenamiento.
Pero si tu objetivo (y es el de mucho de las personas que llegan al running) es perder peso y quemar grasa, presta atención a un estudio de un grupo de investigadores canadienses publicado por el Journal of Sports Science. Tomar antes de hacer deporte alimentos ricos en fructosa hace que se quemen más carbohidratos que grasas durante el ejercicio.
Por tanto, tomar fruta antes de entrenar es sin duda una buena estrategia nutricional en el caso, por ejemplo, de que ahora vayas a entrenar a última hora de la tarde y no lo hagas con la incómoda sensación de hambre y de falta de energía. La fruta te dará energía, fibra, agua, vitaminas C, A y B y minerales como el potasio (clave para evitar los calambres), magnesio y manganeso. Pero si lo que buscamos corriendo es adelgazar, mejor dejar la fruta para después de volver del entrenamiento. Si este es tu caso, igualmente no tomes nunca zumos de frutas o comidas procesadas dulces bajas en calorías o con el sello de “ligeras", porque suelen contener mucha fructosa o siropes de maíz ricos en este azúcar.