Los probióticos son microorganismos vivos que se encuentran en algunos alimentos y ayudan a una buena digestión, proporcionan alivio frente a las molestias comunes y favorecen una mayor vitalidad general.
Aquí tienes cuatro ejemplos de cómo mejorarán tu salud (y tu forma física):
AUMENTAN TUS DEFENSAS
Durante décadas la vitamina C ha sido el suplemento ideal para potenciar el sistema inmunológico cuando toca entrenar duro. A partir de ahora, también puedes pasarte al probiótico.
El 70% de nuestro sistema inmunológico se encuentra en el tracto digestivo, por tanto, es lógico que una digestión saludable ayude a mejorar las defensas del organismo.
CONTRIBUYEN A TU BIENESTAR EMOCIONAL
Tomar probióticos puede ayudarte a reducir el estrés.
Ya conocemos que el cerebro y el intestino están conectados. El consumo de las bacterias adecuadas puede contribuir a favorecer la relajación. También ayudan a evitar la ansiedad y la depresión.
ALIVIAN EL INTESTINO IRRITABLE
Si tienes molestias intestinales habitualmente, síndrome de colon irritable dolor abdominal, tomar probióticos puede ayudarte a aliviar estos síntomas.
Los pacientes con síndrome del intestino irritable que consumen probióticos sufren menos dolor, menos hinchazón y menos flatulencias
REDUCEN LAS VISITAS AL BAÑO EN MITAD DE CARRERA
Si habitualmente, en mitad de carrera, te urge la necesidad de encontrar un baño (y rápido) quizá sufras el llamado síndrome del intestino permeable.
Uno de los efectos secundarios del ejercicio es que las células que forman la pared intestinal se separan un poco. El hueco que dejan las células entre sí permite que ciertas sustancias del tracto intestinal se filtren al flujo sanguíneo, lo que desencadena una serie de problemas entre los que se encuentra, exactamente, el estrés intestinal.
Los probióticos ayudan a que las células gástricas se mantengan unidas y así fortalecer la pared intestinal por lo que te alejarán del cuarto de baño urgente.
PROTEGEN EL HÍGADO
El hígado es un gran filtro de toxinas para el cuerpo. Dependemos de él para muchas de nuestras funciones más básicas, por lo que es muy importante mantenerlo sano y cuidado.
Es recomendable consumir yogur de soja o cualquier otro yogur vegetal con L. Bulgaricus y Thermophilius, dos bacterias que se encargan de transformar la leche en yogur. Esto ayuda a reparar los daños en el hígado.
COMBATEN LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS ANTIBIÓTICOS
Los antibióticos puede provocar efectos secundarios desagradables. A la vez que los antibióticos combaten las bacterias dañinas, también destruyen las bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino, pudiendo provocar molestias intestinales o un desequilibrio entre las poblaciones de bacterias.
Tomar probióticos junto a los antibióticos protege nuestra flora natural y nos evita estos molestos efectos secundarios.
NADA SERVIRÁ... SI TU ALIMENTACIÓN NO ES BUENA
La clave es la frecuencia, el efecto de los probióticos en el intestino se pasa pronto hasta que llegan refuerzos, por ello debes apostar por una dosis diaria de alimentos ricos en probióticos.
Y, por supuesto, sentido común: reduce el consumo de azúcares refinados y aumenta el consumo de alimentos ricos en fibras. Los probióticos te pueden ayudar siempre que tengas una base.