Las analíticas de sangre nos devuelven muchos resultados y muy interesantes, que aportan una valiosa información sobre el estado de salud del paciente. No hay nadie mejor que un médico para interpretar tus análisis, sin embargo, tú también puedes aprender algunas nociones como, por ejemplo, cuál es el nivel de hemoglobina normal.
¿Qué es la hemoglobina y qué nos indica?
La hemoglobina es la proteína presente en los glóbulos rojos que ayuda a transportar el oxígeno. Para medirla, se recurre a un análisis de sangre que recoje los datos necesarios. El nivel de hemoglobina resultante puede indicar si tienes algún problema de salud, desde uno leve y relativamente común, como la anemia, hasta algo más comprometido, como cardiopatías o incluso enfermedades pulmonares.
En el caso de la hemoglobina baja suele estar relacionada con deficiencias nutricionales, anemia, enfermedades renales, pérdida abundante de sangre (por ejemplo, tras un accidente) o enfermedades crónicas, como las renales o la artritis.
Si, por el contrario, tienes la hemoglobina alta, esta puede estar ligada a enfermedades como cardiopatías, problemas graves de pulmón, deshidratación o una mala cicatrización de las heridas.
Nivel de hemoglobina normal, ¿cuál debe ser el resultado?
Para saber si el análisis te devuelve unos resultados positivos, debes conocer el nivel de hemoglobina normal.
En el caso de los hombres adultos, estos valores van de los 13.8 g/dL (gramos por decilitro) a los 17.2 g/dL, mientras que en las mujeres adultas los números son ligeramente más bajos: de 12.1 g/dL a 15.1 g/dL.
Estos datos también se pueden medir en los niños. Para un bebé, lo normal son unos valores entre 9.5 g/dL y 13 g/dL, mientras que un recién nacido debe presentar unos niveles de hemoglobina más elevados, entre 14 g/dL y 24 g/dL. Todo ello según la información proporcionada por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Cómo tener un nivel de hemoglobina normal
Si los resultados han salido bajos, puedes tratar de mejorar el nivel de hemoglobina a través de la alimentación, consumiendo alimentos ricos en hierro, ácido fólico y vitaminas del grupo B.
Por el contrario, si los análisis han arrojado un nivel elevado de hemoglobina, lo habitual es ponerlo de inmediato en conocimiento del médico, para que evalúe si existe realmente un problema de salud e indique cómo tratarlo para no empeorar la situación.