Siempre se ha dicho que beber al menos un par de litros de agua al día es imprescindible para el cuerpo. Normal, si tenemos en cuenta que alrededor del 60% de nuestro organismo es agua, por lo que debemos mantener los niveles de líquido al máximo, y más si eres corredor de largas distancias. Por el contrario, Kilian Jornet, el mejor trail runner de la historia, afirma: “Puedo correr 10 horas, cómodamente, sin comida ni agua”. Entonces, ¿quién tiene razón? Primero dejemos de lado algunos mitos sobre beber mucha agua. No, tu piel no se aclarará ni perderá las arrugas automáticamente. Sin embargo, es posible que experimentes menos hinchazón debajo de los ojos debido a la retención excesiva de agua, pero lo normal es que no notes ningún beneficio en absoluto en tu apariencia, pero sí algunos otros cambios fisiológicos que son muy interesantes.
AL BAÑO
El primer síntoma que notarás cuando pases a beber dos o tres litros de agua al día es que orinarás mucho más. Esto es algo lógico, pues cuanto más líquido entra, más líquido sale. La orina será de un color amarillo pálido, casi transparente, algo que, según los expertos, es el color que debe poseer un ser humano hidratado. También irás más al baño a nivel sólido, pero no te preocupes, porque es muy buena noticia cuando viajes al extranjero a correr; evitará los estreñimientos y la desregulación horaria. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Nutrition Research descubrió que beber mucha agua conduce a que se consuma menos comida, y si es con gas será menor la sensación de hambre. Por supuesto que tu cuerpo necesita alimentos, pero el picoteo innecesario también lo podrás evitar. Sin duda es una buena manera de controlar el peso y no realizar excesos innecesarios.
CUERPO Y MENTE
El beneficio más impresionante se puede encontrar en tu rendimiento, no solo físico, sino cognitivo. La deshidratación es mucho más común de lo que creemos y se sabe que causa disfunciones en nuestra memoria, en la atención y en el pensamiento crítico. Al beber tres litros al día tendrás más posibilidades de mantener tu cuerpo y tu mente funcionando sin problemas. Si te cuesta pasar un trago tras otro de agua, prueba a echarle frutas. Según ciertas investigaciones, echar fruta al agua y dejarla durante unas horas puede aumentar, aproximadamente, un 20% la capacidad de absorción de nutrientes, sin mencionar que el sabor mejorará bastante. Si esto lo vas a hacer también en verano o antes de un maratón, las sales minerales disueltas en tu agua compensarán lo que pierdes con el sudor, mejorarán tu rendimiento muscular y evitarán la deshidratación completa.