Este martes a última hora de la tarde, Femke Bol daba la noticia en sus redes sociales: no competirá en pruebas individuales durante la temporada indoor de 2025. Dicho de otra manera, la plusmarquista mundial de 400 metros en pista corta no estará en el Europeo de Apeldoorn buscando su tercer título consecutivo, un hito que en la historia solo ha logrado la checa Jarmila Kratochvílová. Una decisión que Bol argumenta en “la oportunidad de tener tiempo para procesar todo lo ocurrido y hacer más cosas fuera del deporte que también son importantes”. Aunque eso no quiere decir que vaya a descansar en invierno, pues sí correrá los dos relevos de 4x400 en el Campeonato de Europa (el mixto se estrena)… Para quien prefiera ver el vaso medio lleno. Y porque de lo contrario las críticas habrían sido feroces.
Y es que con la renuncia de Femke Bol perdemos todos. Pierde ella la posibilidad de seguir agrandando su leyenda con un triplete inédito desde que el Euroindoor se celebra cada dos años (hasta 1990 era anual). También la oportunidad única en la vida de ser campeona continental en casa, ante un público que la adora fervientemente, dado que no se prevén más citas internacionales en Países Bajos al menos hasta 2029 y no se ha rumoreado ninguna candidatura neerlandesa para más adelante.
Pierden la Federación Neerlandesa de Atletismo, la ciudad de Apeldoorn y European Athletics, que llevan más de tres años trabajando en un Euroindoor a medida de Femke: aunque la localidad dista mucho en atractivo turístico y capacidad hotelera de las sedes habituales en grandes campeonatos, el Omnisport Apeldoorn está literalmente a media hora del centro de entrenamiento de Bol, y el horario del Europeo favorecía el triplete 4x400 mixto-400 individual-4x400 femenino. Por supuesto, pierden los aficionados de Países Bajos, que agotaron en tiempo récord las entradas de las tres sesiones del 400 femenino para ver en directo a su megaestrella.
Pierde, en general, el atletismo, que había encontrado en Femke un reclamo perfecto para seguir atrayendo gente a las pistas. Una atleta que no rehuía nunca la competición (32 veces se puso el dorsal en 2024, 29 en 2023 y 29 en 2022, más que ningún otro atleta de su nivel), que siempre busca desafíos de máxima exigencia (posee tres récords del mundo, dos de Europa y otros tres de Países Bajos, y 22 medallas internacionales) y que acostumbra a protagonizar remontadas y victorias cargadas de épica. Y que para más inri corre con una zancada impecable, estéticamente insuperable.
Con su baja en Apeldoorn, además, deja huérfano de argumentos al femkebolismo frente los mclaughlinistas. Porque aunque en la pista Bol todavía no ha sido capaz de derrotar a Sydney McLaughlin (0-3 es el balance a favor de la estadounidense), siempre podían defenderla con aquello de que la neerlandesa lo competía absolutamente todo (Sydney en tres años ha corrido menos carreras que Bol en 2024). Que no se escondía, vaya. Hasta ahora.