No ha sido un verano fácil para Ignacio Fontes (Granada, 1998). No ha podido serlo, quedándose fuera del Campeonato del Mundo de Budapest y no cumpliendo sus objetivos deportivos. Un verano que ha desembocado en el mayor cambio de su carrera profesional, también vital, al dejar su ciudad, Granada, y con ella al entrenador de toda la vida, Jesús Montiel. Se marcha no tan lejos, al Algarve, su "tierra prometida", donde ya pasa largas temporadas y donde conoció al que será su nuevo preparador. Un cambio de rumbo total para este millero puro que busca así el aliciente necesario para afrontar la temporada de los que podrían ser los segundos Juegos Olímpicos de su vida.
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La primera es fácil. ¿Quién es tu nuevo entrenador?
Feidhlim Kelly. Es un entrenador irlandes que entrena al Dublin Track Club. Entrena a Andrew Coscoran, Michelle Finn, Brian Fay, Sean Tobin, Mark English... Es decir, tiene en su grupo a los récords nacionales de 800, 1500 y 5000. Vive en Dublín pero hemos coincidido mucho en Portugal y he hecho buena relación con su grupo. Meditándolo, era la opción que mejor se iba a adaptar a mis necesidades y con la que más a gusto iba a estar.
Además, te vas a vivir al Algarve.
Sí, pero eso es una cuestión más personal que deportiva. Mi pareja es portuguesa, vive allí y nos apetecía empezar esa etapa juntos. Además, este año me voy a dedicar al 100% a entrenar, aparcando la universidad. Es un cambio que me apetecía a nivel personal y también es un sitio donde yo ya paso mucho tiempo, por lo que no es un cambio drástico. Lo siento como mi casa.
Y te alejas, entre otras muchas cosas, de Jesús Montiel. Una figura fundamental en tu vida.
Jesús lo sabe bien. Él me cogió con 12 años y me ha ido moldeando a nivel deportivo pero también personal. En la persona adulta que soy hoy él ha tenido mucha influencia. Le estoy muy agradecido porque yo estoy muy orgulloso de la persona que soy. Y le decía que aunque ahora serparemos nuestros caminos él siempre va a estar presente en mi vida, tanto siendo deportista como cuando deje de serlo. Estoy orgulloso y agradecido de que haya aparecido en mi vida.
¿Cómo de difícil ha sido tomar la decisión?
Era una idea que rondaba mi cabeza hace un tiempo y he intentado por todos los medios hacerlo funcionar. Además, sé que le he sido fiel hasta el último momento a nivel deportivo. Es complicado, son 14 años pasando muchas horas juntos y con el aliciente del deporte de alto nivel, que es muy extremo. Ha sido duro aunque siento que estoy en paz. Como he dicho, sigue siendo una persona muy importante para mí y le quiero mucho. Entiendo que el atletismo, no sé si siendo egoista, tiene caducidad, y necesitaba ese cambio a nivel deportivo. Él sabe lo que yo siento por él y sé que es mutuo.
¿Cómo se lo tomó?
No creo que le haya agradado mucho porque soy como su hijo y yo lo siento así pero dicen que el tiempo todo lo cura. Es que a todo lo que ha renunciado y todo lo que ha peleado por mí... Es una situación complicada y me duele que él lo pueda estar pasando mal pero se lo ha tomado bien en ese aspecto, algo por lo que le estoy muy agradecido. Me dijo que para un hijo siempre iba a desear lo mejor del mundo y que yo para él era eso. Eso demuestra que esto va mucho más allá de la relación atleta-entrenador. Para mí es muy importante saber que él va a estar feliz por mí.
¿No había opción en España para ti?
Creo que no. Me apetecía quitarme un poco del ambiente que se respira aquí en España con rollos de la federación, entre entrenadores, etc. Quería alejarme de ese ruido e irme con un grupo ajeno a todos estos problemas. Porque a mí me gusta estar al margen de todo y me gusta tener mi vida además del atletismo. Estando en Portugal iba a tener que estar entrenando a distancia y prefería hacerlo con alguien ajeno. Me va a dar más tranquilidad.
El cambio va a ser brusco con respecto a lo que estoy acostumbrado pero puede ser bastante positivo. Estoy convencido y motivado.
Una decisión que tomas a un año de los Juegos Olímpicos de París.
Está claro que es un año arriesgado. El margen de maniobra es pequeño pero también es importante estar a gusto y convencido al 100% y yo lo estoy. El cambio va a ser brusco con respecto a lo que estoy acostumbrado pero puede ser bastante positivo si me puedo adaptar. Y como digo, estoy convencido y motivado, igual que Feidhlim.
¿Cómo es su sistema de entrenamiento?
Uno de los principales cambios es que va a haber más volumen. Los días fáciles van a ser más fáciles y a mí eso me va a costar, porque lo de rodar lento... [risas] En eso ha hecho mucho hincapié. Los días de más intensidad estarán más orientados al control de los umbrales. En resumen: más volumen, algo menos de intensidad. Voy a tener más respiros, aunque a mí el método de Jesús no me costaba.
Ha habido mucho cambio de entrenador este verano en el mediofondo español...
Parece que nos hemos puesto todos de acuerdo. Creo que influye que el nivel en España es muy alto y antes, con menos volumen de atletas, lo podías salvar a nivel nacional. Pero es que ahora te quedas fuera del pódium sin enterarte. Eso hace que te replantees cosas. ¿Estoy yendo en la dirección correcta? ¿Habrá otra forma de entrenar? Por eso buscamos soluciones. Es difícil de analizar pero creo que van por ahí los tiros.
¿Cómo se lleva el no haber podido correr carreras de nivel este año?
No te voy a decir que esté con rabia, pero sí que tengo que ser objetivo y la carrera más rápida que he corrido este verano se ha ganado con 3:33.89. Y eso es algo que está ahí. Si hubiese corrido una de las rápidas, creo que hubiera estado en 3:32. Gané Castellón y gané Marsella pero fueron carreras más lentas. Y tengo confianza en mí y al Nacional salí a pelearlo, de hecho lo hice con Mario, de tú a tú al final. Pero sí que es verdad que llegar con una u otra marca influye.