Un minuto antes de media noche (22:59 hora española), como si de fatales cenicientas se tratase, las participantes del maratón mundialista cruzarán el arco de salida, o las puertas del infierno, como ustedes prefieran. No se recuerdan unas circunstancias más adversas (Osaka 2007, Pekín 2008… bromas comparado con esto): más de 32 grados, la humedad por encima del 60 % (sensación térmica de 44º). De salud, ni hablamos.
Ya están las chicas dispuestas, pese al temor que reconcome a la mayoría, listas para sobrevivir, que es un poco diferente a competir. Más serio, más épico, sobre todo para al espectador que atenderá a la prueba cerveza en mano, con el aire acondicionado trabajando algo menos que el motor de las consumidas fondistas, todo fibra y huesos, todo ganas de que esta pesadilla acabe pronto.
Entre la nómina de ilustres una española, Marta Galimany, catalana de Tarragona. Tras su estreno en el Europeo de Berlín asiste a su segundo gran campeonato, al final de un curso en el que se ha proclamado campeona de España de 10 km y conquistado su mejor marca en los 42,195 km (2:30:15, Róterdam). La discípula de Jordi Toda tiene ante sí un reto tan complicado como atractivo, una cita que no cabalgará a ritmos endiablados y que, teniendo en cuenta la escrupulosa preparación que ha llevado a cabo (nos consta que no todas las selecciones, incluida la keniata, establecieron un protocolo especial de cara a Doha) puede depararle alguna sorpresa si sabe controlar los ánimos y esperar el momento de reventar un poquito después que sus rivales.
El mejor puesto jamás conquistado por una española no parece factible; 5ª, Alessandra Aguilar, Moscú 2013.
La atleta del Fúltbol Club Barcelona (34 años el próximo 5 de octubre, 1,68 m de estatura y 52 kilos de peso) afronta el tiro de salida con la 32ª mejor marca de las participantes (26ª si hablamos de las más rápidas del año). Pero los Mundiales… ya se sabe. Un top 20 sería un actuación realista y aplaudible. El mejor puesto jamás conquistado por una española no parece factible; 5ª, Alessandra Aguilar, Moscú 2013. En aquella ocasión la lucense arribó a meta tras 2:32:38 de esfuerzo en unas condiciones extremas… dentro de los márgenes asumibles. Lo de hoy será otra película. Esperemos que no de terror.