Todas sabemos que si queremos llegar a la meta de una carrera satisfechas y con nuestro objetivo cumplido, algo vamos a sufrir. Llevar un poco más allá tus límites es lo que te hará mejorar.
Pero no bases tu estrategia de motivación en sencillas frases motivadoras que te repetirás una vez y otra vez y hasta colgarás de un imán en la puerta de tu nevera. Debes ir un paso más allá, cambia la forma en la que percibes tu esfuerzo y lleva tu motivación a límites insospechados, ten por seguro que rendirás más y mejor.
SIENTE TU FELICIDAD
Seguro que pocas veces te paras a pensar lo afortunada que eres por poder hacer lo que más te gusta… pero reflexiona y siéntete feliz ya que en algún momento vendrá una mala época o una lesión y no podrás hacerlo. Mira el lado positivo y exprímelo.
Cuando las cosas se compliquen y lleguen los momentos de bajón en carrera, piensa en todas las personas que te han ayudado a estar ahí en ese momento: el apoyo de tu pareja, la preparación de tu entrenador, los ánimos incesantes de tus amigos…
RECUERDA TU ESFUERZO
Cuando aparezca alguna duda del estilo ¿podré llegar a meta?, no sé si voy a aguantar, esto es muy duro… analiza el pasado.
Piensa en todos los sacrificios que has hecho para llegar donde estás: los madrugones cada día para sacar el entreno antes de ir a trabajar, las mañanas de domingo de tirada larga, cuidarte la alimentación y privarte de esas ricas cenas con abundante cerveza...
También ayuda el recordar todos los entrenamientos realizados antes de la carrera, lo fuerte que estás, los ritmos realizados, la garra de los duros entrenamientos.
MEDITA
La meditación puede ayudarte en muchas facetas de la vida y conseguir un buen autocontrol es un arma realmente poderosa.
Te ayudará a gestionar la respuesta a estímulos altamente emocionales, como el dolor. La meditación invita a distinguir entre las molestias físicas y la respuesta emocional a dichas molestias.
Comienza con un par de minutos al día y poco a poco ve aumentando la duración. Escoge el momento adecuado del día, un lugar tranquilo, y céntrate en respirar sin pensar en nada más.