El silicio orgánico es un oligoelemento esencial, es decir, indispensable para nuestra salud.
Se encuentra en todos los órganos y estructuras en los que existen tejidos conjuntivos, entre los que cabe destacar los huesos, la piel, el cabello y las uñas, así como en los vasos sanguíneos.
Propiedades del silicio orgánico
Es evidente que son muchos y muy diversos los beneficios que este mineral, eso sí, en su forma orgánica, puede aportar a nuestro organismo y de ahí la importancia de ingerir suficiente cantidad a través de la alimentación.
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Fortalece los dientes, uñas y el cabello.
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Ayuda a fortalecer las defensas y el sistema inmune.
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Es un potente antiinflamatorio y analgésico.
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Recupera la elasticidad de la piel gracias a su función favorecedora de la síntesis de colágeno.
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Ayuda en muchas enfermedades cardiovasculares ya que mantiene elásticas las paredes de las arterias. Disminuye los niveles de colesterol.
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Puede retardar y contrarrestar los procesos de arteriosclerosis, así como otros procesos inflamatorios leves como los que pueden producirse en las personas que están comenzando a practicar ejercicio a una cierta edad (a partir de 35 años).
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A nivel externo ayuda a cicatrizar. Se puede aplicar en quemaduras, llagas y heridas. También se fabrican cremas que ayudan a calmar el dolor y la inflación.
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Es terapéuticamente eficaz.
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No es tóxico y es hipoalergénico, carece de efectos secundarios nocivos y contraindicaciones.
¿Qué alimentos tienen silicio orgánico y cuánto debes tomar?
Puede administrarse mediante la alimentación, o bien como complemento nutricional, junto a magnesio, colágeno y/o ácido hialurónico para potenciar los efectos beneficiosos de cada uno de ellos en simbiosis, ayudando a reducir la inflamación y regeneración de los tejidos.
La cantidad recomendada de silicio orgánico diaria queda cubierta mediante una alimentación variada y equilibrada en la que se incluyan a diario como mínimo tres de los siguientes ingredientes: hortalizas, frutas, cereales integrales, las patatas, la remolacha, la alfalfa, la soja, las legumbres y las algas; por lo que no será necesaria una suplementación adicional a no ser que el médico lo recomiende por algún motivo específico como dolor articular, osteoporosis, caída de cabello, uñas frágiles, remineralización, etc.
Y una alimentación rica en azúcares refinados y consumir una gran cantidad de productos animales puede resentir el balance de silicio en el organismo. Aunque partimos de la base de que una alimentación así nunca es recomendable.