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Me llamo Fernanda Terreros, soy ecuatoriana y vivo en Almería con mi esposo Rafa, tengo 4 niños preciosos y correr ha hecho que el deporte se convierta en mi forma de vida.
Empecé a correr después de tener a mi segundo hijo porque quería ponerme un poco en forma; además, animada por Rafa dejé de fumar, sin duda, la mejor decisión. Llevaba una vida un tanto sedentaria y no cuidaba mucho mis hábitos alimenticios.
Siempre escuchaba a mis cuñados decir que salían a correr, así que lo me pareció buena idea, podía hacerlo cuando yo quisiera y cuando tienes niños la flexibilidad horaria es importante.
Al principio no aguantaba ni cinco minutos seguidos sin sentir que moría, fui mejorando poco a poco, pero no tuve constancia, luego vino otro embarazo y lo dejé por un tiempo. Los cambios no suceden de la noche a la mañana, pero siempre hay que dar un primer paso. Nunca imaginé que ese paso tan pequeño iniciaría un camino que me cambiaría por dentro y por fuera.
No me había planteado hacer ninguna carrera, pero mi cuñada Macarena me animó a correr con ella la San Silvestre y lo que sentí esa noche despertó algo dentro de mí, estaba feliz y orgullosa de haberlo conseguido, a pesar del miedo que sentía en la línea de salida. Un mes más tarde hicimos nuestra primera carrera de 9 k a la que le siguió otra de 10 k y unas cuantas más. Un año después me animé a hacer la media maratón, con la ayuda de mi cuñado Pepe, que es un máquina, me preparé y conseguí mis primeros 21 k. Y hace un año corrí mi tercera media maratón mejorando 10’ mi marca personal, ocho meses después de tener a mi cuarta hija.
En esa primera carrera, quedé completamente enamorada de este fantástico deporte, entendí la importancia de la disciplina, de la constancia, del compromiso, aprendí que cuando sientes que ya no puedes siempre puedes un poco más, que el trabajo duro da su recompensa y que no hay mayor satisfacción que lograr un objetivo.
Correr me ayuda a estar fuerte física y mentalmente, ha mejorado mi salud, incluso durante mi cuarto embarazo pude estar activa y correr hasta los ocho meses, lo cual me ayudó en la recuperación. He podido mejorar mi autoestima y conectar conmigo misma de una forma más profunda. Disfruto de la sensación de libertad y la calma que siento cuando corro, es mi momento y a veces la mejor terapia para despejarse y volver a empezar.
Uno de mis objetivos es bajar de 2 horas en medio maratón, me gustaría hacer un trail y quizá algún día un maratón.
A veces es difícil compaginar la vida familiar, los niños, el cansancio y la falta de tiempo con el deporte, pero para poder cuidar bien de los demás, hay que cuidar también de uno mismo primero. Mi familia es mi prioridad, y también mi principal apoyo y motor, para seguir adelante e intentar ser mejor.
A través del deporte quiero motivar a mis hijos a llevar una vida sana y activa, quiero que vean que con trabajo y esfuerzo es posible conseguir lo que te propongas, que no importa fallar porque puedes volver a intentarlo y que siempre hay que darse tiempo para hacer lo que nos hace felices. ¡A mí me hace feliz correr!
Me gustaría animar a todas las personas que quieran hacer un cambio en su vida, a que den ese primer paso, les aseguro que no se arrepentirán.
¡Gracias por la inyección de energía que nos acabas de transmitir Fernanda!
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