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Aunque ya había corrido anteriormente, sin entrenadores, por mi cuenta, no terminaba de encontrarme cómoda. Conocí este mundillo gracias a mi hija María, que vive y siente el atletismo. Fue por ella, buscando un entrenador, cuando se cruzaron en mi camino la familia Esteso, a finales del 2017. El primero de los hermanos que conocí fue Juan Carlos, que encajó a la perfección con María y siguen entrenando juntos, convirtiéndose en más que un entrenador.
En 2018 el cáncer volvió a llamar a mi puerta y se llevó a una de las personas más importantes de mi vida, mi padre. Quizás la experiencia más dura que me ha tocado vivir hasta el día de hoy. No terminaba de recuperarme y no conseguía salir del pozo.
Cada vez que llevaba a María a entrenar, veía a los grupos de running como salían a correr y quería unirme a ellos, pero siempre encontraba una excusa. En enero del 2019 saqué fuerzas y decidí empezar, una de las mejores decisiones que he tomado. Desde la primera clase, tengo que decir, que me enganchó. Me sentía genial al acabar los entrenamientos, cada vez quería más y así poco a poco fui mejorando.
El running me ha sacado muchas veces de donde nadie podía hacerlo y me ha llenado de energía para afrontar mi día a día.
Recuerdo las primeras clases, alternar el andar y el correr, aprender a respirar porque casi me faltaba el aire, coger fondo poco a poco hasta poder dejar de andar y solo correr. Las series, tan temidas como odiadas, pero que tanto te ayudan después, 100, 200, 300, 500 metros ....Así, poco a poco, sin darte cuenta te ves capaz de correr 5 kilómetros seguidos, algo impensable al principio. En tu mente te marcas un objetivo, quiero correr los cinco en tantos minutos, intentas hacer las series cada vez más rápido y de forma progresiva, la última siempre tiene que ser la más rápida, sino, como dice el entrenador, no lo hemos hecho bien. Las cuestas forman parte de nuestro entrenamiento, a mí, especialmente, me gustan, aunque termino para morirme. Cuando te dicen que hoy toca San Roque, es decir que hoy toca entrenamiento duro. A partir de ahí es cuando realmente te das cuenta de que estás enganchada y palabras como skipping, fartlek, técnica de carrera, entrenamiento de fuerza, empiezan a formar parte de tu vocabulario.
Después del verano, apareció mi compañera de kilómetros, Sofía, quería probar a correr porque decía que cuando le hablaba de los entrenamientos se me iluminaba la cara. Y ahí empezó más que una amistad, la una tira de la otra y nos animamos cuando las cosas no salen, siempre está ahí y sabe sacarme una sonrisa cuando no encuentras motivo para ello.
Empiezas a querer más y te marcas como objetivo poder correr más kilómetros o bajar el tiempo en una distancia, a veces, hasta las dos cosas. Pedro o Juan Carlos te van guiando para que puedas conseguir tus objetivos porque con trabajo nada es imposible. Sin darte cuenta, te ves analizando tu forma de correr, nunca pensé que llegaría a ese punto, empiezas a ver que si subes más las rodillas, si abres zancada, podrías correr mejor, siempre hay algo para mejorar y para marcarte como objetivo.
El 21 de diciembre se celebraba la carrera de Callosa de Segura, 8k, y Sofía quería que la corriera con ella; yo no estaba segura, no sabía si estaba preparada, si podía hacerlo, no quería fallarle a ella ni a Juan Carlos, entonces mi entrenador, mil inseguridades llamadas miedo. Al final lo hice, se lo debía a ellos, disfruté cada metro, y no quería que acabase. Ver a los "Esteso Runners" animando, una pancarta, la música, los aplausos, que sensación más grata, un subidón de moral.
Así que dos semanas después hice la San Silvestre de Santa Pola consiguiendo mejorar mi tiempo. Estaba en mi mejor momento, me sentía fuerte y Sofía me planteó correr la "Media Maratón" de Valencia, 21 kilómetros!
No sabía se sería capaz de hacerlo, pero después de mucho pensarlo y comentarlo con Juan Carlos, que enseguida me animó y me transmitió toda su confianza, me inscribí junto a Sofía. Él es así, te habla con tanta seguridad que hace que creas un poco más en ti. Desde el primer entrenamiento me dio la confianza que necesitaba, me enseñó que con trabajo, esfuerzo y constancia todo se puede conseguir y que "sin cuestas no hay paraíso". El mejor atleta, según mi hija, y yo pienso, que sin duda, aún mejor persona.
En enero de este año Juan Carlo, me dijo que era hora de avanzar y cambiar de grupo. Fue entonces, cuando pasé a otro que entrenaba Pedro. Un grupo con nivel y compañeros increíbles: Bea, M.ª Carmen, Miguel, Luís, Cristina, Sofía, Adrián, Piliber, José Antonio, Jesús Pablo, Javi, Susana, Mari, Ángeles, Manuel... había que estar a la altura. El grupo me recibió muy bien, enseguida congeniamos y empezamos a soñar con Valencia.
¿Y qué puedo decir de Pedro? Siempre atento, observando, corrigiendo y animándonos en cada zancada. Entrenador, compañero, uno más del grupo, tan inteligente, tan reflexivo, preparando siempre cada entreno, gran atleta, siempre dispuesto a ayudar, incansable y de las mejores personas que he conocido.
Yo trabajo por turnos, por eso, cuando me toca de tarde hago mis entrenamientos sola por las mañanas. A veces no me apetece, estoy cansada, pero me pongo las zapatillas y salgo, en ese momento, se me olvida todo, intento siempre dar lo mejor de mí, no siempre lo consigo, pero me esfuerzo y así, solo así, termino satisfecha con mi entrenamiento. Después, el día va sobre ruedas y afrontas las cosas desde otra perspectiva, siempre de un lado más positivo. Cuando trabajo de mañana, entreno por la tarde con mi grupo, ahí siempre hay ganas, siempre me apetece ir a entrenar con ellos. Cuando lo haces en grupo y encima en uno como el mío, salen los mejores entrenamientos, te exprimes al máximo.
En febrero llegó una lesión que se juntó con el confinamiento. Durante estos meses, correr, es una de las cosas que más he echado de menos y aunque seguí las clases de Pedro por Facebook, sabía que la vuelta sería dura. El primer día que se permitió salir a correr lo hice al acabar de trabajar, eran las diez de la noche, pero me apetecía mucho. Sufrí un poco, pero disfruté y volví a sentirme como antes.
La que liaron los hermanos Esteso con el "Desafío 5k2x1", fue el chute de adrenalina que me faltaba, una ilusión y un motivo para correr más y superarme, no podía fallar a mi equipo.
Creo que el deporte en general, pero en mi caso el running, me ha hecho una persona diferente. Un entrenamiento es capaz de cambiar un día muy malo, tiene algo que te llena el cuerpo de energía y hace que la visión de las cosas sea diferente, encuentras soluciones donde antes solo había problemas. Es la droga más sana que conozco, que te engancha y te atrapa haciéndote más fuerte y mejor en tu vida.
Cuando me preguntan qué es lo que más me gusta de correr, siempre digo que cuando corro no pienso y es el único momento en que consigo dejar la mente en blanco, relajarme, desconectar. Y al acabar te sientes plena, satisfecha por tu esfuerzo. Correr me ha hecho conocer muchas personas, me ha cambiado la vida. Disfruto del resultado porque es fruto de mi trabajo, de mi esfuerzo y aprendes a valorar cada pequeño logro.
Mi inspiración son sin duda mis hijas, María y Laura, el motor que lo mueve todo. Compartimos entrenamientos y seguro que pronto alguna carrera. Dicen que les encanta verme correr porque se nota que disfruto, que lucho y que nunca me rindo. Todo por y para ellas.
Mi familia, mis amigos, me verán cruzar la meta, no importa de qué carrera ni el puesto en el que la cruce, porque los que me quieren saben que he cruzado otro tipo de meta. La vida es una larga carrera y a lo largo de ella vas superando pequeñas metas que te hacen acercarte al objetivo final. Pero es el recorrido el que se tiene que disfrutar, es la preparación la que te va a ayudar y son las personas de las que te rodeas las que te harán el camino más fácil.
Mi trabajo incluye trabajar los fines de semana, pero a día de hoy, he encontrado el equilibrio perfecto y saco tiempo para mis hijas, pareja, familia, amigos y deporte. Con buena organización no cuesta nada porque todo ello te suma en positivo.
Entrenar junto a compañeros, guiados por personas tan cualificadas como los hermanos Esteso, es garantía segura de que te engancharás a este deporte. Si estas pensándolo te animo a que pruebes, seguro que te sorprenderá.
Y como dice Pedro, es bueno tener un objetivo, el mío es esa media que esperemos poder hacer pronto y alguno más que ya hay en mente, y que seguro iremos cumpliendo.
Formar parte de los "Esteso Runners" es pertenecer a un gran familia que corre con el corazón, gracias Pedro y Juan Carlos por hacer posible todo esto.
¡Qué bonita historia María José, cuánto cariño, esfuerzo y dosis de realidad reflejan tus palabras!
Muchas gracias por transmitirnos todos esos valores tan positivos, ese disfrute en grupo junto a tu gente a la vez que esos entrenos en solitario cuando tocan; no habrá meta que se te resista campeona.
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