¿Cómo llegas a conseguir medallas en el mundo del deporte si llevas años sin practicar nada, si tu único vínculo fue en la época escolar?
Ahora a punto de cumplir los 48 años miro atrás y me siento orgullosa de lo conseguido. En apenas 7 años he pasado de tener un objetivo de poder correr 6 minutos seguidos (eso me parecía un mundo) en aquel febrero del 2012 a correr maratones.
No es fácil lograr compaginar ser mamá de 2 hijos, el trabajo, la casa y los entrenos pero con ganas y constancia se puede conseguir. Y sobre todo cuando el destino pone a un compañero de instituto en tu camino que resulta que ahora es tu entrenador, Carlos Gil me ha guiado y ha conseguido sacar lo mejor de mi. Así que gracias y mil veces gracias.
A los 5 meses de empezar a correr hice mi primera carrera de 5 kilómetros. Y a los 7 mi primera de 10 k... y ya no paré. Al año ya hice mi primera media maratón. Y también conocí a mi club de correr No te pares, al que debo tanto. En compañía todo sale mejor.
Ese Julio del 2013 debuté en triatlon. Lo preparé en un mes, locuras que se cometen de vez en cuando. Entrenando 6 días a la semana: correr, bici y nadar. Y siguieron las carreras, una de las mejores la Behobia San Sebastián sin duda, hay que hacerla aunque sea una vez en la vida.
Y ya en 2014 debuté en el maratón de Barcelona y ya llevo 4. Todos distintos, cada uno tiene su historia. Es la carrera que más sacrificio lleva por los entrenamientos y sacar tiempo para ello cuesta: series, cambios de ritmo, tiradas largas, etc... pero cruzar la meta es lo más satisfactorio. De hecho es la única carrera en la que lloro al llegar.
Después vinieron varios triatlones en equipo, de distancia olímpica y halfs.
Y una cosa lleva a la otra y te metes también en la montaña y corres trails. Soy de asfalto pero la montaña es otro mundo, una vez que lo pruebas ya caes rendida.
Un consejo: en este mundo no existe la suerte solo la constancia y el buen entreno. Y a veces también hay que saber parar y hacer un reset. Ser conscientes de que el cuerpo también tiene límites.
Que correr te haga feliz y lo hagas para sentirte bien. A mí, me ha dado la vida.
Efectivamente, no hay mejores consejos Mónica, el objetivo final de calzarnos las zapatillas siempre debe ser el de hacernos un poquito más felices, el de sentirnos mejor, pero siempre con cabeza.
Felicidades por tu extraordinaria progresión y a seguir coleccionando medallas.
