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¿Crees que tu estómago no tolera bien los geles?

Antes de precipitarte y juzgar los geles debes analizar cuándo necesitas consumir algo más que agua y en qué cantidad.

Ane Martín

3 minutos

¿Crees que tu estómago no tolera bien los geles?

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No son pocas las mujeres que afirman que los geles no les sientan bien. Sois muchas las que al consumirlos sufrís molestias gastrointestinales como el estómago revuelto, sensación o necesidad de vomitar y, en casos más extremos, diarreas.

NO SIEMPRE EL GEL ES EL CULPABLE DE TU MALESTAR

Cuando tenéis estas molestias gastrointestinales lo achacáis directamente a los geles, pero no siempre es el gel el culpable, existen distintos motivos por los que esto puede ocurrir:

  • La deshidratación es uno de los casos más comunes. Si en un entreno o una competición no realizas una correcta hidratación es probable que al consumir un gel sin el agua suficiente haya un incremento excesivo de azúcar en tu intestino (un incremento de la concentración intestinal en comparación a la de tu plasma), para solucionar esta diferencia de concentración entre el intestino y tu sangre el cuerpo manda agua al intestino que muchas veces se materializa en forma de diarrea. El nombre técnico sería diarrea osmótica.
  • En ocasiones el problema no es el gel sino los añadidos del mismo. En ocasiones compramos productos que el vendedor o los amigos nos recomiendan si mirar bien qué contiene. Fácilmente además de azúcar estos llevan añadidos como cafeína, taurina… Estas son sustancias que no todas las personas toleran correctamente, lee bien la composición.
  • Tienes un estómago sensible y simplemente no tolera los geles.

Antes de buscar una solución asegúrate que necesitas consumirlos, hazte las preguntas siguientes: ¿Cuándo necesito consumir algo más que agua? ¿Qué cantidad necesito? Dejado claro este punto, vamos al siguiente ya que soluciones hay infinitas.

¿Cómo puedes cubrir tus necesidades si los geles te sientan mal?

  • Bebidas isotónicas: te ayudan a cubrir fácilmente el mínimo de carbohidratos y sodio que necesitas. A la hora de elegir una bebida mira bien las cantidades. Estas bebidas suelen tolerarse bien porque el consumo no es puntual, sino que es prolongado a lo largo del tiempo junto con agua, cosa que facilita también una correcta hidratación.
  • Barritas: otra solución, aunque su consumo no siempre será viable ya que se han de masticar y según la intensidad o el momento su consumo no será factible. Pero si en tu caso esta opción es viable debes asegurarte que su composición es correcta: no deben contener grasas ni proteína ya que estas retrasan la velocidad de absorción y facilitan los trastornos digestivos. Por lo tanto, elige aquellas que contengan básicamente carbohidratos, unos 20-30g y mejor en forma de azúcares simples en su mayoría.
  • Gominolas: son una buena alternativa al gel, se mastican y tragan fácilmente, cosa que facilita también su digestión y tolerancia.
  • Alimentos: también pueden ser una solución, aunque no siempre la más cómoda:
    • Frutas secas: unos 3-4 dátiles aportan una cantidad similar de carbohidratos a la de un gel. En este grupo tienes también orejones, higos secos o pasas.
    • Frutas deshidratadas: cualquier fruta cortada a rodajas en que se le haya extraído el agua puede valer. Actualmente hay de muchas variedades, podemos encontrar plátano, mango, pera, manzana…
    • Membrillo: también te puede ayudar, lo puedes llevar envuelto en porciones e ir consumiendo de forma regular.
    • Pan de higos: lo podemos encontrar en los supermercados e igual que el membrillo puedes llevar trocitos e ir consumiendo.
    • Bocadillos dulces: puedes hacerte pequeños bocadillos de mermelada, membrillo o miel con un pan fácil de masticar como el pan de molde. Lo puedes cortar a dados e ir consumiéndolos.

Estas son algunas ideas que puedes probar. Es importante que la primera vez que pruebes una novedad no sea en competición, los experimentos se hacen en los entrenos.

Igual que entrenas tus piernas has de entrenar el estómago a la hidratación y la comidas. Durante los meses en que entrenas es conveniente que vayas testando lo que te sienta bien y lo que te sienta mal. Una vez conozcas qué alimentos o suplementos toleras ya estarás preparada para no tener sorpresas el día de la competición.


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