Encuentra tu ritmo "crucero"

"¿Cómo de rápido o lento debes correr?"es una pregunta que se hacen a menudo las corredoras principiantes.

Linda Sansegundo

Encuentra tu ritmo "crucero"
Encuentra tu ritmo "crucero"

Las primeras veces que sales a correr, no sabes cuál es tu ritmo, quieres mejorar tu condición física, fuerza y resistencia, pero no tan rápido como para hacerte daño. Además, recuerda que si te pasas de distancia y velocidad puedes lesionarte fácilmente, tu cuerpo no está preparado para ello.

Realmente conocer tu ritmo idóneo es una tarea compleja. Sigue estos consejos para descubrir a qué velocidad o ritmo debes correr:

Inicio lento

No importa lo lejos que quieras llegar o cuánto tiempo vayas a correr, comienza muy suave para calentar, la sangre debe ir recorriendo cada músculo poco a poco y tu ritmo cardíaco debe incrementarse gradualmente.

No hay mejor sensación que terminar el entrenamiento con fuerza; si terminas arrastrándote, vas a desmoralizarte y va a ser mucho más difícil salir con ganas en tu próximo entreno.

No lo olvides, uno de los errores más comunes de las corredoras inexpertas es comenzar demasiado rápido.

No midas

No te preocupes por tu ritmo o kilómetros realizados cuando estás comenzando a correr. El primer paso es centrarte en construir un acondicionamiento físico general, y para hacer del ejercicio un hábito.

Los principales beneficios para la salud como un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares como la diabetes y la hipertensión serán resultado del tiempo que pasas elevando tu ritmo cardíaco.

No importa cuántos kilómetros sumes, solo dale importancia a ir aumentando el tiempo progresivamente.

Corre relajada

Cuando comienzas a correr, es común apretar los músculos que no están involucrados; y esto puede debilitar la fuerza que necesitas.

Así que cuando las cosas se pongan difíciles, haz una exploración corporal: relaja tu frente, afloja la mandíbula, mantén tus manos relajadas (imagina que llevas una hoja de papel entre el pulgar y el dedo índice), y no te olvides de respirar.

Te sorprenderás que cuesta muchísimo menos si corres relajada.

Si caminas, que sea rápido

Si comienzas caminando, la cadencia debe ser rápida y ágil. Debes ser capaz de mantener una conversación, pero si puedes cantar, es muy probable que vayas demasiado lento.

Escucha a tu cuerpo

Probablemente sea el consejo más importante y al que menos prestamos atención. Una vez que encuentres un ritmo con el que te sientas cómoda, conecta con las señales que te manda el cuerpo: ¿qué ritmo llevas de respiración?, ¿cómo sientes las piernas?

Conseguir sentir cómo te sientes en ese ritmo cómodo hará que lo memorices de cara a los próximos entrenamientos.