Hace poco más de un mes que entramos en el otoño y, aunque siempre nos pilla por sorpresa y la climatología no lo había acompañado hasta ahora, ya comienzan a aparecer las primeras lluvias y el termómetro disminuye sus máximas y mínimas.
Es una estación muy rica en alimentos sanos, económicos e ideales para las corredoras. Toma buena nota e introdúcelos en tu dieta si no lo has hecho ya:
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Judía verde
De niñas pudo suponer un esfuerzo terminárnoslas cuando nos las ponían delante con la patata hervida y el chorrito de aceite, pero hoy no solo las comemos con gusto sino que las degustamos en ricos estofados calentitos.
Añade en una cazuela unos ajos laminados y tomate rallado, cuando empiece a sofreír añade unas sepias pequeñas y un chorrito de vino. Incorpora las judías verdes, un vasito de agua y deja cocer hasta que estén al dente. Te chuparás los dedos y es una opción ideal para llevarte en un tupper a la oficina.
Para una cena rápida, forra un molde con papel de horno y coloca las judías por pisos, prepara una besamel y añade queso parmesano, jamón picado y un huevo. Haz varias capas y hornea a 160º.
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Boniato
Con él nos llevamos una buena sorpresa porque aunque se parece a una patata, no tienen nada que ver. Ésta es un tubérculo y el boniato es una raíz. La imagen que despejará tus dudas es que con el paso del tiempo a los tubérculos le salen brotes en cambio las raíces se vuelven mustias.
Es unas de las hortalizas que mejor se digieren y podemos aprovechar esa bondad en numerosas preparaciones porque sí, el boniato asado está muy rico pero hay muchas formas más de prepararlo.
Por ejemplo, tunea tu receta favorita de galletas y sustituye parte de la harina por el mismo peso de boniato cocido; o date el capricho de hacer tortitas este finde mezclando la carne de 2 boniatos, un huevo, medio sobre de levadura y una taza pequeña de leche o bebida de avena.
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Mandarinas
El regalo que vino de Oriente, una de las frutas que reinan en nuestras mesas, las solemos disfrutar al natural, no necesitan más.
Si quieres darles una vuelta, prepara una versión vegetal de las natillas sustituyendo la leche por su zumo y añadiendo un poco de piel rayada.
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Escarola
¿Te cuesta introducirla en tus menús debido al amargor? Por eso precisamente es amiga de los ahumados, pero cambia el típico salmón y combínala con bacalao o arenque.
Hazla protagonista en una ensalada tibia acompañada de achicoria roja, unos gajos de pera al horno y una vinagreta con pimienta de 3 colores. Otra opción es unirla a unas puntas de espárragos verdes salteados con pasas y piñones y setas variadas, también en temporada.
¿Me dirás que no te ha entrado apetito?