No es fácil frenar el impulso del corazón... las ganas nos pueden... y en los primeros metros, incluso kilómetros de algunas carreras nos suicidamos en lo que al ritmo se refiere. Y es todo lo contrario a lo que debemos hacer, partir de un ritmo más lento e ir acelerando a lo largo del recorrido, sería la mejor estrategia tanto a nivel de resultados comode sensaciones.
Tu objetivo debe ser correr la segunda parte de la carrera más rápido que la primera, aunque sea solo unos segundos.
Parte del proceso de entrenamiento debe consistir en conocerte y entrenar ese ritmo de carrera. Así sabrás exactamente cuál es tu ritmo y no debes salirte de ahí y menos aún los primeros kilómetros; por fácil que te resulte correr a ese ritmo en la salida debes respetarlo, la prueba es muy larga y el "pinchazo" puede ser demoledor llevándote a perder todo el tiempo ganado y terminando con pésimas sensaciones.
¿Hay algo mejor que poder esprintar cuando vemos al fondo el arco de meta? Y eso no quiere decir que debas llegar sobrada, justa pero con energía.
A menos que tengas intención de ganar la prueba, omite totalmente las primeras filas de la salida. Lo ideal sería colocarte en la posición que crees que vas a terminar. Todo tiene una razón de ser, si sales delante, donde están los corredores más veloces, en el mejor de los casos puede que te animes a seguir la corriente y a la mitad de tu carrera estés sin fuerzas y en el peor es muy fácil que te tiren al suelo, te arrollen dada la fuerza y velocidad con las que salen los primeros que disputarán la carrera.
Muchas carreras cuentan con cajones de salida divididos por tiempos de meta, por lo que lo tienes fácil, sé realista y colócate en el lugar que te corresponde.
Algunas carreras ofrecen también liebres que van marcando el ritmo apropiado para el objetivo de tiempo designado. Una buena opción es juntarte con uno de estos grupos y seguir así su rimo. Aún así no dejes de comparar tus tiempos de paso de la carrera para asegurarte de que están llevando un ritmo correcto para ti, ya que pueden salir demasiado rápido también.
Y si no está marcado cada punto kilómetros de la carrera, corre con tu reloj con GPS para controlar tu ritmo permanentemente, aquí si que no tendrás lugar a dudas. Si ves que en el primer kilómetro vas 30 segundos más rápido que el ritmo de carrera que te has marcado, el consejo es simple, frena y reserva la energía para la última mitad de la carrera, creenos que te hará falta.