Está comprobado en miles de casos reales que correr es una de las mejores herramientas para perder peso. Nuestro deporte es perfecto para afinarte y perder esos kilos de sobrepeso que hayas podido coger. Siempre combinado con el control nutricional. Deporte y dieta es realmente la fórmula de éxito a la hora de perder peso de forma saludable y a largo plazo. Esa frase de "el deporte es el rey y la nutrición es la reina y juntos hacen el reino" resume perfectamente el camino a seguir a la hora de adelgazar sin perder tu salud en el intento.
De cara a hacer más efectivo el running a la hora de adelgazar, es importante seguir algunas normas que te ayudarán no sólo a quemar más grasa en tus carreras (y después de ella por efecto del metabolismo) sino también a prevenirte de las lesiones. Y es que nada sería peor que tener que interrrumpir nuestro plan de entrenamiento anti-kilos por una lesión. Por ello, si sientes dolor al correr es mejor siempre tomarse una día o varios de descanso (cambiando el running por bicicleta o por ir a nadar a la piscina) que salir a correr pese a esa molestia y que ese dolor se convierta en una lesión que luego nos tenga parados durante varias semanas.
Estos son los 3 puntos claves que debes seguir para tener éxito en tu objetivo de adelgazar corriendo:
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La variedad es muy importante, es clave combinar días de entrenamientos cortos e intensos con otros más largos, de resistencia. Correr siempre lo mismo al mismo ritmo no funciona y es más fácil caer en la rutina al correr de lo que crees. Son muchos los corredores que acaban haciendo siempre el mismo circuito en un tiempo parecido...¡y casi escuchando cada día las mismas canciones de su lista de Spotify!
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No hagas más de 4 días a la semana y en la medida de lo posible, intenta evitar que sean seguidos ya que el descanso te permitirá asimilar mejor los entrenamientos, un principio esencial para mejorar, además de minimizar el riesgo de lesiones tan temidas como la periostitis o la fascitis plantar que te pueden tener apartado del running hasta varios meses.
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Puedes hacer 2 días de rodajes muy lentos de una hora, que nos servirán para enseñar al cuerpo "a tirar" de grasas (en estos días no pases del 75% de tu ritmo máximo cardiaco) y 2 rodajes más cortos, no más de 45 minutos, que haremos a un ritmo más alto (entre el 70-80%) para quemar carbohidratos que si no los quemamos acaban convirtiéndose en grasas. No te hablamos de hacer series (algo que sólo tiene sentido si vas a competir y tienes un mínimo de un año de experiencia como corredor habitual), ni siquiera cambios de ritmo, pero sí carreras más intensas a ritmo constante que nos permitan quemar más calorías.