Vamos a empezar por ver el vaso medio lleno: claro que puedes correr. De hecho, nuestro deporte es una de las mejores formas para conseguir llegar a tu peso ideal, siempre que complementes tus carreras con el trabajo de equilibrar tu alimentación. Como decimos siempre en CORREDOR no es cuestión de comer poco, sino de comer bien. Correr es la forma más rápida de perder peso: es uno de los ejercicios más eficientes a la hora de quemar calorías.
De todas formas debes considerar antes de nada, si te hace falta perder peso. Uno de los patrones más sencillos para averiguarlo es con el IMC o índice de masa corporal, que se averigua dividiendo tu peso en kilos entre tu altura en metros al cuadrado. Entre 19 y 25 es normal. Así, si pesas 78 kg y mides 1 m 83 cm aplicaríamos la fórmula: 78/(1.83 x 1.83) lo que nos daría 23.3 que te dejaría dentro del margen normal de IMC.
Centrándonos ya en la pregunta que nos ocupa, básicamente si puedes andar cómodamente, puedes correr: evidentemente tu rimto será lento y seguramente te veas obligado a hacer pausas hasta el momento en que consigas mejorar tu forma física. Cuanto más "peso extra" lleves encima, más sobrecarga han de soportar tus articulaciones, sobre todo las rodillas. Otro punto a tener en cuenta es que el sobrepeso también significa más estrés para tu sistema cardiovascular algo que también debe llevarte a ser prudente. La mejor solución es el punto intermedio entre caminar y correr: los ca-cos.
LOS CA-COS
En CORREDOR nuestra recomendación para aquellos que llegan al running con el objetivo de perder peso es que directamente hagan caminatas si el sobrepeso es elevado (para evitar el riesgo de lesión) y que ya posteriormente comiencen a hacer Ca-cos (caminar-correr). Por ejemplo, empezar caminando 3 minutos y 1 corriendo durante 45 minutos y cada semana ir sumando un minuto más de running y 1 menos de caminata.
En un mes y de forma progresiva estarás corriendo ya esos 45 minutos. Importante: en esta primera fase es importante no correr nunca dos días seguidos. Tus músculos y tus articulaciones necesitan tiempo para fortalecerse antes los miles de impactos que sufren mientras corremos y tu organismo también va a requerir tiempo para asimilar los esfuerzos. SI que sería muy interesante, junto a esas tres caminatas-carreras a la semana, incluir un día de entrenamiento de fuerza en el gimnasio. Si el cuerpo y tu mente de piden más actividad, elige siempre deportes de bajo impacto como pueden ser la natación, el ciclismo o el yoga.