La mayoría de los deportistas siguen una rutina de ejercicios bastante marcada, con un entrenamiento específico según el día de la semana y las capacidades físicas que se quieran desarrollar. Sin embargo, no está de más revisarla de vez en cuando para modificar o incluir algunos movimientos.
Recuerda que, aunque tu actividad predilecta sea correr, los ejercicios de fuerza son también grandes aliados, al igual que los de flexibilidad y tonificación. En este sentido, un ejercicio tan simple como la plancha tiene muchas ventajas que ofrecerte.
Beneficios de la plancha
Incluir la plancha en tu entrenamiento diario te puede aportar múltiples beneficios y completar tu rutina deportiva. Entre ellos, destacamos tres:
- Tonificar los músculos del abdomen. El abdomen suele ser una de las zonas del cuerpo donde más grasa se acumula, propensa a la flacidez. Tonificar los músculos del vientre es importante no solo por una cuestión estética, es decir, para marcar abdomen; también te puede ayudar a que dicha cavidad gane fuerza.
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Ganar flexibilidad. Gracias a la plancha también puedes ganar flexibilidad, especialmente en los músculos de la parte superior del torso: hombros, brazos y clavícula. La plancha es un tipo de estiramiento donde se trabaja la fuerza, pero la resistencia y la flexibilidad también salen beneficiadas con su práctica.
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Disminuir el dolor de espalda: Por último, con las planchas puedes reducir el dolor de espalda. Esto se debe, precisamente, a la tonificación del abdomen y el torso en general. Pero, además, con la plancha se ejercitan los músculos de la propia espalda, pudiendo fortalecerlos y descontracturarlos. Eso sí, para evitar daños mayores, es fundamental que cuides la posición.
¿Cuál es la mejor forma de hacer la plancha para no lesionarte?
La plancha es un ejercicio que puede ejecutar cualquier tipo de persona, pero es importante preocuparse por la forma correcta de hacerlo. Aguantar mucho tiempo en una mala postura tendrá el efecto contrario a todos los beneficios que hemos explicado anteriormente. No solo no conseguirás mejorar la fuerza y la flexibilidad o tonificar los músculos, también puedes perjudicar la salud de tu espalda o hacerte daño en los brazos, por ejemplo.
Para hacer la plancha adecuadamente, intenta que la espalda esté totalmente recta y deja que todo el peso recaiga sobre los brazos. El cuello también debe permanecer derecho y los tobillos no deben doblarse.
El tiempo también influye. Si nunca has introducido la plancha en tu rutina de ejercicios, no empieces con series muy largas. De hecho, para los principiantes se suele recomendar entre 30 y 60 segundos. Ve subiendo la duración a medida que perfeccionas tu rendimiento.
