¿Por qué no mejoro?

Un entrenamiento mal planificado puede llevarnos a callejones oscuros, donde la evolución se detiene.

Rodrigo Gavela

¿Por qué no mejoro?
¿Por qué no mejoro?

“¡No mejoro!", “¡llevo meses estancado!", “¡cada vez entreno más y rindo menos o igual!", “¡he cambiado de plan paro sigo sin mejorar!", “¡ya no sé qué hacer para mejorar!", “por más que me machaco mis marcas no mejoran… !

Estas exclamaciones y otras similares son las que cada vez más corredores se hacen a sí mismos y que le transmiten a sus amigos y compañeros. No se explican el “por qué" de su estancamiento.

¿Realmente han llegado a su máximo y no pueden mejorar más? La respuesta es contundente: NO. Por lo menos en la inmensa mayoría de los casos.

Todo es cuestión de método y contenido en el entrenamiento. Normalmente tiene fácil solución si se determinan con claridad las causas.

El estancamiento atlético es mucho más común entre los corredores aficionados, que entre los corredores de elite. A pesar de que estos últimos entrenan muy fuerte, al límite, donde es muy fácil equivocarse o pasarse de forma. Pero su gran ventaja es que suelen estar muy bien asesorados por especialistas (entrenadores, fisioterapeutas y médicos) y realizan analíticas periódicamente para detectar cualquier carencia o exceso. Sí los aficionados entrenasen con prevención, con paciencia, con regularidad y sin prisas por mejorar, podrían evolucionar de forma constante durante más años.

Recetas para salir del estancamiento

La falta de fuerza y de potencia muscular es la causa más común de estancamiento. La solución es sencilla, hay que parar una semana del todo e iniciar un plan de entrenamiento completo, incidiendo en su primer tercio en un buen trabajo de fortalecimiento (con pesas y/o gomas) y de potenciación, con cuestas específicas, ejercicios de tobillos, escaleras, circuitos, abdominales o multisaltos suaves. A la vez hay que rodar tranquilo, por lugares con cuestas y no demasiado largo.

Pasarse con el kilometraje en los entrenamientos bloquea y satura al hígado, machaca los tendones y músculos y no permite asimilar el entrenamiento. Es necesario entrenar en función del nivel físico de cada uno, de su objetivo y de las posibilidades reales. No por hacer más kilómetros se consiguen mejores resultados; si te pasas se consigue lo contrario.

Cuando el entrenamiento consiste sólo en rodar (y a ritmos similares) se produce un gran desequilibrio en la forma física, pues sólo se trabaja uno de los umbrales y no permite mejorar adecuadamente, lo que lleva prematuramente al estancamiento. Es necesario jugar con los ritmos de carrera para trabajar todos los umbrales y cualidades físicas.

Entrenar demasiado fuerte conlleva un agotamiento prematuro y que no se asimile el entrenamiento realizado. Hay que combinar entrenamientos fuertes con suaves y no entrenar fuerte dos o más días seguidos cada semana. Hay que tener el tiempo suficiente para descansar.