Los dedos de los pies son los grandes olvidados, pero debemos recordar que la fase de la propulsión la realiza en último término el dedo gordo del pie.
Domingo Sánchez
Dedos móviles para conseguir un pie hábil
Una adecuada movilidad de las falanges incidirá sobre los metatarsianos que debe ser una articulación móvil.
La mayor parte del día, los dedos de los pies se encuentran “encerrados" en el zapato, limitada así no solo su movilidad, sino también su estimulación propioceptiva. Este aprisionamiento genera deformaciones progresivas, atrofia y una evidente falta de movilidad que lógicamente afectará a toda la estructura del pie, por esta razón es importante dedicar algo de tiempo a estos dedos para compensar su periodo de encarcelamiento cinético.
Un ejercicio fundamental es el de separar los dedos:
Utiliza los dedos de las manos o introduce entre los dedos pequeños objetos.
Sepáralos uno a uno y aplica un pequeño masaje.
Coloca los dedos de las manos entre los dedos de los pies igual que en la imagen. Prueba también a presionar ligeramente con los dedos, como si intentaras juntarlos manteniendo la presión unos segundos.
Ayudándote con las manos o también contra alguna superficie, moviliza los dedos en todo su rango de amplitud de flexión y extensión.
Permite que todo el pie acompañe al movimiento de los dedos.
Presiona sobre estos dejando caer parte del peso, alternando la flexión y la extensión. Aumenta progresivamente el rango de movimiento.
Ejercicios activos
No hay que limitarse a una movilidad pasiva, es muy interesante introducir ejercicios donde los dedos realicen movimientos de forma autónoma, como separarse, coger objetos… De esta forma volverán a ganar las habilidades perdidas.
La musculatura intrínseca de los pies debe tomar protagonismo. Comienza separando y cerrando los dedos de forma amplia, lenta y controlada.
El clásico ejercicio de coger un bolígrafo con los dedos aportará habilidades y propiocepción. Utiliza diferentes tipos de bolígrafos, comienza por uno grueso para pasar a otros más finos.
También puedes utilizar una pequeña toalla e incluso sujetar una banda elástica y traccionar.
Con una toalla colocada por debajo, presiona en diferentes direcciones con el pie y movilizando los dedos.