- Uso: entrenamiento diario
- Pisada: neutra
- Peso: 269 g
- Drop: 12 mm
- 150 €
Los corredores tenemos la inmensa fortuna de vivir un momento donde existen en el mercado zapatillas para todos los gustos y necesidades. Aunque en la actualidad la tendencia está muy enfocada en el maximalismo de suelas muy anchas, una amortiguación exagerada y talones de punta afilada, también hay modelos que nadan a contracorriente a la época y apuestan por un corte clásico, pero mirando a la cara a los grandes avances tecnológicos en el sector del calzado deportivo; especialmente a los materiales.
Este es el caso de las Brooks Ghost 16, una zapatilla clásica que innova con una media suela de nitrógeno infusionado (como ya tienen las mejores referencias de la marca) y que se convertirá en uno de tus modelos referentes para cualquier tipo de entrenamiento. Gracias a su polivalencia pueden ser ese modelo que eches a la maleta este verano para correr en cualquier momento,en cualquier lugar.
Esta edición de uno de los buques insignia de Brooks (es el modelo que más han vendido en su historia) mantiene todo lo que funcionaba, pero incorpora la novedosa amortiguación DNA LOFT v3 con nitrógeno infusionado para dar a nuestras zancadas la mayor comodidad. Pese a ser conscientes de la sensación agradable al caer el pie (incluso los más talonadores), en ningún punto tenemos sensación blanda o 'pegajosa' con esta espuma de Brooks. Nos sentimos cómodos, pero no lentos, y eso se traduce en los ritmos de entrenamiento, pudiendo incluso ser un modelo para realizar alguna serie que otra sin sensaciones que nos hagan pensar negativamente.
Además, el diseño del talón de las Brooks Ghost 16 nos invita a correr con firmeza. Lejos de buscar forzarnos a caer de antepié con curvas imposibles, su media suela no tiene extridencias y basa su éxito en la composición de materiales, por lo que si talonas, caes cómodo, y de manera natural la tendencia es buscar despegar de manera rápida con el antepié. Todo con fluidez y sin notar 'cosas raras', y con el drop más alto del mercado del running.
Con el diseño antes mencionado Brooks consigue dar estabilidad, sin ser una zapatilla especialmente pensada para pronadores, y ligereza. Una reducción de peso que no influye en la alta calidad y agarre de la suela a la que Brooks nos tiene acostumbrados, manteniendo todas las bondades de las Ghost 15. Eso sí, son un calzado especialmente pensado para asfalto, y fuera del alquitrán las sensaciones no son igual de excelentes, aunque no le hacen feos a correr por caminos si la situación lo requiere, defendiéndose sin problemas.
Y pese a que es una de las grandes novedades de este modelo, es la parte que más sentimientos encontrados nos ha producido al probar las Ghost 16. El upper ajusta perfectamente, mantiene la tendencia de comodidad y elasticidad con la malla técnica Air Mesh, y transpira; pero... en ocasiones nos da la sensación de que transpira menos de lo que nos gustaría, especialmente en los días de más calor. Esto no es ni mucho menos relevante a la hora de no decidirse por este modelo, que tiene muchos aspectos excelentes, pero sí nos invita a usar calcetines finos para evitarnos esa posibilidad de acaloramiento en el empeine que pudiera aparecer. La otra sensación que aparece y resulta diferente es en el agarre de la zona del tobillo, más bajo de lo que acostumbramos ahora, aportando más liberación al tendón de Aquiles, sin caer en un exceso de desprotección.
En conclusión, las Brooks Ghost 16 son un modelo clásico que aprovecha las innovaciones tecnológicas para dar al corredor todo lo que busca en una zapatilla de entrenamiento, para el día a día y para cualquier ritmo y runner. Con una buena estabilidad, el nuevo compuesto de nitrógeno protege a los talonadores y les ayuda a hacer la transición entre aterrizaje y despegue sin extridencias con una estabilidad excelente. Todo ello con un buen ajuste y unas sensaciones muy agradables y cómodas.
