Los números, en el atletismo, son como el algodón. No engañan. La estadística, fría, incluso aburrida cuando atañe a materias que no despiertan nuestra pasión, se vuelve una aliada poderosa al escudriñar aquello que nos acelera el pulso. Buscas una carrera rápida -tan de moda últimamente-, con perfil toboganesco, de las que pican para abajo sin miedo al que dirán los puristas, que reduce los segundos en tu reloj con la rapidez con la que se esfuman los días de vacaciones… Te cuentan, te dicen, te comentan… Los colegas de entreno, los del club, los compañeros de curro también aquejados por la enfermedad de las zapatillas y el pantalón cortito… Pero la única manera de entenderlo bien es sumergirse en las cifras.
¿Cómo de rápido es el 10K Alcobendas?
Mucho. Incluso más. Dejando a un lado su carrera élite, que discurre de manera independiente y de ser adherida al plantel popular arrojaría datos un tanto enturbiados, el año pasado llegaron a meta 2154 runners. El 73% de ellos (2113) rompió la barrera de los 50 minutos, es decir, transitó por las favorables calles de la localidad del norte de Madrid a menos de cinco minutos el kilómetro. Si tomamos como referencia otra de las fronteras cronométricas habituales, la de los 45 minutos, vemos que la traspasaron con éxito el 50% de los finishers (1071): ¡Uno de cada dos!
¿Y qué sucede con los sub 40?
Tema serio ya, de gente que le echa sus buenos ratos semanales a esto de tejer zancadas. Se cuidan un pelín más, no les vale cualquier zapa, hasta barritas energéticas pueden llegar a pimplar un martes cualquiera… Peña constante. En Alcobendas, por cierto, ciudad cuyo alcalde, Aitor Retolaza, ganó una popularidad enorme gracias a su condición de fundador del populoso Club Corredores, el 25% de los que alcanzaron el objetivo lo hicieron a una media inferior a cuatro el mil. Y no fueron pocos: 539 almas.
Si tomamos como referencia otra de las fronteras cronométricas habituales, la de los 45 minutos, vemos que la traspasaron con éxito el 50% de los finishers (1071): ¡Uno de cada dos!
Si lo queremos por tramos, el cálculo es fácil: desde que se anunció el “preparados, listos, ¡ya” hasta que el reloj suspendido bajo el arco de meta registró 40:00.00 arribaron 539; luego, hasta los 45 minutos, 532 más; hasta los 50, se añadieron otros 503. A partir de ahí, contando con el último de los deportistas que apostaron por pasar la mañana del domingo dándole vidilla a las piernas, fueron 580 los bienvenidos al cruzar la línea final. Repetimos: no se incluyen los 130 galgos de la prueba élite, cuyas marcas os podéis imaginar y darían todavía más brillo a esta exposición. Pero nosotros, la bendita mayoría, somos de actuaciones más modestas, así que mejor hablar en nuestro idioma.
¿Toda esta incontinencia numérica para qué?
Pues para decirte que el día 6 de noviembre se celebra una nueva edición del 10K Alcobendas y, si te apetece darle una patada en el culo a tu personal best tal vez puedas empezar por pinchar AQUÍ.