Todas las grandes carreras del mundo tienen algo especial. Algo que las convierte en eternas, en auténticas instituciones de nuestro deporte. Pero cuando hablamos del Maratón de Nueva York todos esos calificativos se quedan cortos, pues resulta imposible valorar una prueba que es santo y seña esto de encadenar zancadas, referencia absoluta para organizadores, corredores y aficionados. A continuación vamos a intentar resumir su grandeza con 5 motivos por los que lucir su dorsal.
LA CIUDAD
Nueva York es Nueva York. La ciudad más mediática del mundo, esa que hemos visto cientos de veces en películas, documentales, noticias o fotografías celebra cada año su maratón y toda la urbe se vuelca con la prueba. Sus calles y lugares más emblemáticos rodearán tu aventura a lo largo de los 42 kilómetros y 195 metros, haciendo de la experiencia un conjunto único e indescriptible.
EL PÚBLICO
Si hay algo que distingue a este maratón del resto es el público. Las calles abarrotadas y los gritos y ánimos en cada esquina hacen que el esfuerzo sea algo más liviano. Todos aquellos que han corrido alguna vez el Maratón de Nueva York, cuando son preguntados por la experiencia, lo que primero destacan es el tremendo calor que reciben los corredores por parte del público.
EL TRATO AL PARTICIPANTE
Vale, estamos de acuerdo que el Maratón de Nueva York es una prueba costosa. El dorsal, el viaje, el alojamiento... Todo ello provoca que la lista de gastos sea mucho más elevada que en cualquier otra prueba, pero también es verdad que la sensación de cómo la organización cuida al participante es constante. Sin duda, un ejemplo para otros organizadores de carreras a lo largo del mundo.
EL RECORRIDO
Staten Island, Brooklyn, Queens, Bronx y Manhattan. El Maratón de Nueva York recorre los cinco barrios de la ciudad en un trazado sin igual. Acumular kilómetros sobre el asfalto de esta ciudad te transportará a tus mejores sueños, a las películas que has visto tantas veces. Sin duda alguna es un recorrido espectacular que tiene su culminación en la línea de meta ubicada en Central Park.
LA ESENCIA DEL CORREDOR POPULAR
Más allá de los corredores de élite que participan en el Maratón de Nueva York, la prueba ha conseguido este renombre gracias a los miles y miles de corredores populares que cada año dejan parte de su esfuerzo (y de su cuenta corriente) en una prueba que no tiene igual en el mundo.