La columna de Fiz: 'Semenya, siempre mujer'

Aún recuerdo cuando vi por primera vez a Caster Semenya, fue en el Mundial de Atletismo en Berlín 2009.

La sudafricana, con tan solo dieciocho años, corrió en una de las series de los ochocientos metros. La verdad es que su corpulencia resaltaba entre sus contrincantes, cada vez que daba una zancada o braceaba percibíamos una fuerza enorme; se puede decir que su estilo no era nada elegante pero sí efectivo para los intereses de una atleta que buscaba la victoria y de hecho logró el título de campeona del mundo. Cierto es que su aspecto me sorprendió porque a su edad y en la distancia en la que competía (800 metros) la mayoría de corredores muestran una fisionomía elegante. Esto me hizo considerar que Semenya se habría criado en un entorno humilde de trabajo humano en pro de la supervivencia y que aprovechando su musculatura habría basado toda su preparación atlética en un trabajo de fuerza: acción, reacción, fuerza… y talento.

Por entonces los comentarios hacia Semenya fueron muy despectivos y vejatorios. Muchas de sus rivales pensaron que abusaba de su genética y que jugaban en desventaja, cre.an que no tenía derecho a competir con las mujeres. Y digo yo, si Semenya es una mujer… ¿cómo no va a competir contra las mujeres? Si la madre naturaleza le ha otorgado unos dones genéticos fantásticos para practicar mediofondo… ¿cómo no va a utilizarlos? ¿Tú no harías lo mismo?

El caso es que sus adversarias y una parte de los aficionados la tacharon de machote. Cierto es que físicamente su aspecto no es convencional pero de aquí a afirmar que poco de ovarios y mucho de huevos es como insinuar o sospechar acerca de cuál es su verdadero sexo.

El año pasado la IAAF anunció que impondría un límite de testosterona para las mujeres que generan de forma natural niveles altos de esta hormona para que todas las atletas tuvieran la oportunidad de correr en igualdad de condiciones. Para ello invitaban a todas las mujeres con niveles por encima de lo estipulado a someterse a un tratamiento de estrógenos (hormonas sexuales y esteroides) para bajar sus niveles hormonales. Alucinante. ¿Las incitan al dopaje?

Semenya nació mujer y se crió como una mujer y a su vida siempre le dio un sentido femenino, porque ella siempre se sintió una chica y desde sus inicios ha competido con atletas de su género. Tal vez se pueda decir que Semenya tiene hiperandrogenismo pero de ahí a que quieran obligarla a medicarse es de las humillaciones más sonadas que se han visto en la era moderna. Pero de momento los tribunales le han dado la razón, la IAAF (que a partir de octubre se llamar. World Athletics) tendrá que suspender la norma sobre las atletas con niveles altos en testosterona.

Hasta los 18 años fui una persona imberbe pero eso no me hizo creer que era un afeminado o menos hombre. Los de mi edad hasta tenían bigote, eran unos cachas que no me acobardaban. Me tocó lidiar con las facultades que me aportaron mis maravillosos padres. Porque lo que la naturaleza te dio que nadie te lo quite, son valores que hay que gestionar y en este caso la señorita Caster Semenya lo plasma en el deporte.