No hay huevos

La historia de un grupo de locos en The Speed Project.

Raúl Fernández | Imagen: David Acedo

Uno de los componentes de los Wild Pigeons durante TSP | David Acedo
Uno de los componentes de los Wild Pigeons durante TSP | David Acedo

-“Tenemos que ir a esto. Llevo 3 años intentando que me contesten y nada. Tiene que ser la hostia".

-“Pero, ¿Qué es eso entonces? ¿Cuántos kilómetros son?".

-“Estos tíos son otra liga. Cada año 40 equipos. Y no hay manera de saber por qué a unos les dejan correr y a otros no. Son 340 millas (550 km), como ellos dicen, “no rules". Mira su perfil de Instagram. ¡Mola todo!".

-“Pero, ¿Cuántas etapas son? ¿Cuántas etapas corre cada uno? Madre mía, nunca había oído hablar de esto".

-“¡Que no, que no! ¡Que es ‘no rules’! Tú tienes que salir de Los Ángeles y tienes que llegar a Las Vegas. Corriendo. Y te organizas como quieras. Equipos de 6 dándose relevos. Siempre uno corriendo. Pero lo largo o lo corto que corras es decisión de cada equipo. ¡Tiene que ser brutal! ¡Hay que conseguir ir a esto!".

(26 días más tarde).

-“¡Han contestado! Los cabrones no confirman pero pinta bien. Dicen que nunca ha habido un equipo español y que eso nos da posibilidades. ¡Madre mía, esto vamos a tener que prepararlo bien!".

Y nos cogieron. Y fuimos. Y pensamos en el mejor equipo para enfrascarnos en esta aventura, porque más que una carrera esto iba a ser una aventura.

El plan era el siguiente. 6 corredores, 4 chicos y 2 chicas suficientemente locos como para querer meterse en esto, suficientemente rápidos como para poder correr cerca de 4:00 por km durante unos 100 km; y suficientemente afines como para aguantarse más de 36 horas dentro de una autocaravana corriendo, parando, sudando, mal-comiendo, mal-durmiendo, mal-oliendo, y todo lo que surgiera.

No hay huevos

Carretera y manta

EL EQUIPO

En Barcelona hay un grupo de flipados de esto de correr que se lo toman de una manera un tanto especial. Les gusta la distancia, los retos, entrenar bien para dar su máximo; y tienen una idea sobre cómo correr podría ser algo un tanto distinto a lo que vemos en la mayoría de carreras cada domingo. Son los Pigeons Runners y tres de ellos, Marcel, Rafa y Raúl empezaron a dar forma a la idea y al equipo.

Existe un grupo de jóvenes locos del trail running que llevan juntos desde hace tres años que, aparte de ser buenos en lo suyo, tienen en común que cualquier idea loca les parece bien. Y eso es un peligro, pero también tiene sus ventajas. Son el Wild Trail Project y a él pertenecen, entre otros, Yolanda, Marta y Joel. A ese “no hay huevos" respondieron con unos ojos de ilusión tremendos y, desde ese día, el sexteto se autodenominó Wild Pigeons, ni pa’ ti ni pa’ mi, y empezó el show.

DÍA -30 Y ANTERIORES. LA PREPARACIÓN

En este tipo de pruebas preparas y dedicas tiempo a todo lo que te preocupa. Y te preocupa todo lo que desconoces. Y desconoces muchísimas cosas.

La cabeza se nos iba hacia una mentalidad ultra-maratoniana. Pensábamos: “sin son 550 km, y somos 6, entre unas cosas y otras tenemos que estar preparados para correr 100 km cada uno". Después de conversaciones, rodajes hablando de lo mismo, cervezas y cenas para dar forma a la aventura, caímos en lo siguiente: “a ver, hay que aguantar mucho tiempo corriendo al ritmo más alto que podamos. Porque queremos correr lo más rápido posible, pero hay que aguantar. Para aguantar toda la prueba hay que asegurar que vamos aeróbicos. No podemos entrar en zona anaeróbica en ningún momento". Esto nos iba situando y colocando en un ‘reality check’ un poco más claro... no se iba a tratar de correr tiradas largas. No se iba a tratar de entrenar haciendo rodajes de más de 50 km como inicialmente aparecía en nuestras conversaciones. Iba a ser algo así como tramos de 4 km por lo general, con un descanso generoso entre medias.

En todo caso, la discusión siempre estaba en este punto: “cuanto más largo corramos, más descanso daremos a nuestros compañeros, pero más se desgastará el que corra. Si hacemos tramos cortos, el corredor se cansará menos, pero los tiempos de recuperación del resto serían también más breves". Y esto es un equipo. Esta aventura se trata de que el equipo llegue a Las Vegas en el menor tiempo posible. Este espíritu “no rules" comenzaba a apropiarse de nosotros y de nuestras conversaciones. A gente como nosotros, unos flipados de esto de correr y de aventuras que tengan eso, un punto (o dos) de aventura, esto nos pone muchísimo.

No hay huevos

Apoyo logístico

No hay huevos

Abierto 24 horas

No hay huevos

Motorhome

LOS DESCANSOS

Punto de partida el de arriba. Y luego venían los matices. “¿No vamos a dormir?". “Son más de 35 horas corriendo con poco descanso. La carrera empieza a las 4 AM con lo cual ese día poco dormiremos". Optamos por una táctica que pintaba muy bien pero que casi no llegamos a ejecutar. “Que corran 5 corredores dándose relevos. Unas 3 o 4 rotaciones. Mientras tanto el sexto corredor puede descansar un poco más". Bien pensando, buena opción, pero luego tocaba (y tocó) adaptarse a la realidad y a lo que fue surgiendo.

Se descansó un poco más cuando hizo falta. Unos más que otros. La verdad es que todos estábamos de acuerdo en optimizar los recursos y esas herramientas éramos nosotros mismos. Cuando veíamos a uno mal, le mandábamos a descansar. Sabíamos que mejor parar a tiempo y recuperar para poder volver a salir más tarde, que perder miembros del equipo demasiado pronto.

Esto fue una de las cosas más bonitas que personalmente viví en TSP con la suerte de equipo que pude participar. Una generosidad y un trabajo en equipo que parecía instintivo donde, yendo todos cansados, mucho, y muy justos de fuerzas, nos ofrecíamos para hacer una más y dar un poco más de tiempo a un compañero con la idea de llegar lo más tarde posible con el mayor número de nosotros corriendo. Esa fue una de las claves. Sabíamos que cualquier cosa podría pasar. Pero nos apetecía llegar a Las Vegas con los seis corriendo.

Esta es una carrera que te pone en tu sitio, que te enfrenta de bruces contigo.

LA NUTRICIÓN

Nos rodeamos de los mejores y gracias a esto pudimos llevar todo lo necesario a nivel de suplementación deportiva. Los más experimentados en pruebas de larga distancia insistieron mucho en que comiéramos comida “de verdad" todo lo posible. 36 horas a base de bebidas energéticas y geles, por buenos que fueran, no iban a ser suficiente y nos podrían destrozar el estómago. Cocinamos pasta, arroz blanco, llevamos material para hacernos sándwiches asegurando un poco de proteína (puede que algo a reforzar), plátanos, y todo tipo de guarrerías estilo galletas de chocolate, patatas fritas, etc. Los que habían corrido pruebas de largas horas tenían por seguro que, cuando el cuerpo se estuviera vaciando, cuando las cosas se pusieran tensas, el cuerpo iba a necesitar de todo para rellenar depósitos. Distintos estímulos, distintos sabores, distintas texturas para seguir ingiriendo alimento y poder seguir corriendo unas cuantas horas más. Y cuanto más rápido mejor.

Recordemos que nos movíamos normalmente en ritmos sub 4:00 por km en un entorno complicado: Ascendimos hasta los 1.677 m en el punto kilométrico 500 y bajamos hasta los 610 m para llegar a Las Vegas. Las recuperaciones no eran tales al tener que finalizar las postas y casi sin descanso tener que volver a la autocaravana para continuar la marcha. Las horas se acumulaban, la noche y el cansancio empezaban a hacer mella, y ritmos que en la calle 9 del INEF son más que llevaderos, se convertían en el nivel de exigencia de un control de 5.000m en la pista de Serrahima.

Así hicimos. Mitad de nosotros a arrasar Walgreens y mitad de nosotros a vaciar Walmart. Unos a por alimento y otros a por cosas varias que harían falta durante la carrera: bidón enorme para meternos dentro con agua y hielo, pinturas para decorar la auto-caravana, una bici de montaña para poder acompañar al corredor en algunas etapas y poder dejar en Las Vegas al finalizar la prueba, cooler para hacernos isotónicos a gran escala... en fin. Claro está que a nivel infantería este proyecto es un circo de mucho cuidado. Y nosotros íbamos ligeritos.

De hecho éramos el equipo más ligero y el más joven de, al menos, los primeros 15 en completar la prueba. Esta prueba se está poniendo seria y se está convirtiendo en algo icónico que muchos quieren ganar, y no es raro que uno de los equipos se presentara con un autobús brutal, cinco coches de asistencia, psicólogo y médico deportivo, fisioterapeuta, etc.

No hay huevos

Lobo solitario

No hay huevos

No Surrender

No hay huevos

Because the Night

No hay huevos

La Larga Marcha

LA NOCHE

“La clave va a estar en la noche". Y vaya que sí teníamos razón.

Desde la salida hasta el anochecer iban a transcurrir unas 15 horas. 15 horas difíciles porque había que correr rápido pero, a la vez, teníamos que llegar muy enteros al comienzo de la noche.

Este momento iba a ser importante y lo sabíamos. El cansancio y el sueño empezarían a hacer mella. Durante la noche transcurrirían las etapas más largas y más difíciles a nivel de navegación y orientación. Durante la noche habría que evitar cometer errores. Habría que mantener la cabeza fría y la concentración intacta. Y una vez más así fue.

Hicimos una noche buenísima, el equipo súper compenetrado, tomando decisiones rápidas y estando cerca como equipo. Conseguimos comenzar la noche siendo sextos y ver amanecer en tercera posición. Empieza la cuenta atrás y la motivación estaba por las nubes.

También fue el momento en el que cometimos, prácticamente, el único error en carrera. Entregamos prácticamente empatados con uno de los equipos con el que íbamos viéndonos durante la noche. Del tercero al séptimo no había demasiada distancia. El equipo rival entrega antes que nosotros. Toma un camino equivocado. Yolanda cogía el testigo y nosotros le gritamos “¡Síguela! ¡La tienes ahí! ¡Síguela!" Ese “síguela" le metió de lleno en la autopista. La corredora rival tomó una ruta equivocada y así hicimos nosotros. Yolanda tuvo que retroceder perdiendo unos ocho minutos. Por suerte, poco dentro de una prueba de más de 37 horas. De la corredora rival nunca se supo. Eso queda como uno de los misterios de TSP 5.0.

Seguimos en carrera, nos tranquilizamos lo más rápido que pudimos, eran las 4 AM. No había energías que regalar. No había emociones que demostrar. Era momento de volver a mirarnos a los ojos y volver a nuestra zona, de volver a nuestra carrera y recuperar el espacio que nunca debimos perder.

Una situación similar se repitió más adelante. Teníamos la opción de recortar unos 4 kilómetros (recordemos que esto está totalmente permitido siempre que lo hagas corriendo y no lo hagas sobre las ‘highways’, lo cual es prácticamente lo único que está prohibido) haciendo una modificación en la ruta sugerida por TSP. Dudamos hasta el último momento y decidimos no optar por el atajo. No sabíamos lo que habría en ese camino. Podía ser una zona de arena donde la RV se pudiera quedar atrapada, podría ser una finca privada que no nos permitiera continuar. Podría ser cualquier cosa que hiciera que la ruta sugerida no fuera por ahí. Seguimos la ruta y, al llegar a la unión con el supuesto atajo, el equipo que iba detrás, claramente detrás, apareció delante de nosotros. Ellos sí habían cogido el atajo. Momentos de frustración y cabreo, momento de querer recuperar rápido, momentos de poca paciencia y de salir de nuestro ritmo y nuestra carrera, al fin y al cabo, que era lo que nos había llevado por el buen camino hasta donde estábamos. Tardamos poco tiempo en decir: “¡vale! ¡Ya está! ¡Tranquilos otra vez! ¡Quedan horas de carreras hasta Las Vegas y no podemos aguantar corriendo hasta meta a menos de 3:30 cada kilómetro! ¡Ya caerán!".

Efectivamente cayeron y el equipo que en ese momento iba delante acabó dos posiciones por detrás perdiendo 58 minutos en meta.

NO RULES

Como antes dijimos, esta no es una carrera al uso. Cuando dicen “se trata de llegar corriendo de LA a LV", lo dicen en serio. Y esto abre la posibilidad a que un equipo encuentre una ruta alternativa a la inicialmente “sugerida". Y eso (según nos aseguran), pasó durante los últimos 160km, donde el equipo que iba séptimo consiguió recortar unos 50km poniéndose por delante de Wild Pigeons y arrebatándonos la tercera posición que dábamos ya por segura.

Cosas de una carrera distinta, de una aventura como pocas, liderada por un grupo de personas que, lo que no hacen, es hacer lo que se presupone, y que están consiguiendo que corredores de todo el mundo se organicen para poder participar, que las marcas cuenten con este TSP como momento para inspirar sus siguientes colecciones, o que medios de comunicación especializados preparen todo un plan pre- during- post evento al más puro estilo Dakar.

Esto es TSP, una carrera que te pone en tu sitio, que te enfrenta de bruces contigo, con tus fortalezas y tus debilidades. Una carrera que, personalmente, me ha hecho sentirme enorme y a la vez diminuto; que me ha hecho sentirme vencedor y a la vez derrotado, que me ha hecho sentir el muro en mitad de la noche pero que, horas después, me permitió exprimirme a tope para marcar mis mejores parciales. Pero que, sobre todo, me ha hecho sentir vivo y me ha hecho conectar con la parte más esencial de sentirme corredor y amar este deporte. Larga vida a TSP, larga vida a las cosas distintas, larga vida a experiencias que pongan lo deportivo en un segundo plano elevando a lo humano a un nivel superior. Qué, “¿hay huevos?".

THE SPEED PROJECT 5.0

**WILD PIGEONS: Equipo formado por corredores de Barcelona, Soria, Burgos, Madrid y La Coruña.

550KM entre Los Ángeles y Las Vegas.

6 Corredores 3 Ayudantes (driver, cámara, pacer).

Ritmo medio: 4:06/km

Distancia media de cada posta: 1.800 m

Número de relevos: 360

Litros de agua consumidos: 197

Altitud máxima: 1.677 m**

No hay huevos

Lo que pasa en Las Vegas