Olvidarse del crono. Saber que, salvo sorpresa, tu marca personal seguirá siendo la misma cuando acabe el día. Preocuparse de llegar con fuerza al muro. Y después al muro del muro. Porque en estos cuatro maratones, imprescindibles todos, con cuestas todos, la fortaleza de los aspirantes a finisher es uno de los principales argumentos a favor del reto. Cuatro maratones, cuatro ciudades únicas, cuatro experiencias que, si de verdad amas esto de correr 42 kilómetros y 195 metros, no debes dejar pasar.
En Madrid visitarás los lugares más fotografiados de la ciudad, recorrerás su Casa de Campo y, después de una subida que recordarás por siempre, llegarás a una meta que te reconciliará con tu gran pasión.
En Nueva York serás la envidia de todos los que no estemos en esa línea de salida y vivirás historias que podrás seguir contando durante años, siempre sabiendo que la medalla te espera tras un último tramo en modo ‘montaña rusa’ en el mismísimo Central Park.
Boston será el lugar en el que des sentido a todo lo que haces, a tus sacrificios y tus ilusiones, y entenderás la esencia de nuestro deporte mientras subes esa ‘Cuesta Rompecorazones’ que es el santo y seña de un maratón centenario y carismático.
Roma y sus colinas, eterna la ciudad y eternas las colinas, serán el escenario ideal para un reto con Filípides que te llevará a recorrer un lugar plagado de historia y adoquines. Cuidado con estos últimos, pueden ser tan determinantes como la orografía del maratón romano.
Madrid - 358m D+ / 381m D-
Último domingo de abril.
Nueva York - 245m D+ / 251 m D-
Primer domingo de noviembre.
Boston - 248m D+ / 388m D-
Tercer lunes de abril.
Roma - 244m D+ / 241m D-
Tercer domingo de marzo.