A las 8 en punto de la mañana, una hora y cuarto antes de que el resto de los 20.000 participantes tomaran la salida, David Rodríguez junto a un grupo de amigos que van a darle ánimo y soporte durante los 21 km del Movistar Medio Maratón de Madrid toma la salida de forma discreta. La organización le ha permitido salir antes ya que las tres horas de tiempo máximo para terminar la Media son insuficientes para David tiene diparasia espástica de nacimiento. David, que llegó a ser campeón de España en natación en su categoría de discapacitado, llegó al running hace tres años. Su estreno fue en la San Silvestre Vallecana y completó los 10 km en 2 horas y 15 minutos. El año pasado buscando un algo más se hizo espartano. “Me apunté a la Spartan Race e hice los 5 km; luego fui a Andorra a hacer la Súper y en Barcelona en octubre conseguí completar tras 11 de esfuerzo la Beast". Ahora David tiene entre ceja y cejar hacer la Trifecta Weekend que calcula le llevará 24 horas seguidas.
Fue como ponerse en marcha para este reto por lo que decidió apuntarse al Movistar Medio Maratón de Madrid aunque su estado de forma no era el mejor. A su lado, su equipo, formado por amigos de toda la vida, Angel Sanz (el alma mater de las Spartan en España), el rapero Andrés que ha puesto música al vídeo y alguien muy especial, el padre de Ethan, un niño autista del grupo con el que David trabaja en la piscina de Arganda dentro de uno de los programas de la Fundación Pegasus que creó hace unos años.
El grupo, vestidos con una camiseta negra con el símbolo matemático de la diferencia, avanzó por la acera los primeros kilómetros hasta que fueron alcanzados por la gran masa de la Media Maratón. "En el km 5 me tuvo que tomar un primer ibuprofeno porque a los problemas habituales que suelo tener con el psoas se sumó el tobillo". Con mucho Reflex y los gritos de “Vamos fiera" de los miles de corredores que le iban adelantando, David se plantó en el kilómetro 14. “Allí tuve que empezar a andar y en el kilómetro 17 algunos de los equipo empezaron a cogerme en brazos; ya no íbamos a llegar a tiempo a la meta antes del cierre del control. En ese momento un chico que iba en bici, al que no conocía de nada y que llevaba ya unos km con nosotros siguiéndonos, me dijo que porqué no me subía a la bici y él iba corriendo. Hice un par de kilómetros pedaleando… ¡y fueron de los peores por el miedo que pasé porque tengo vértigos!".
David volvió a ser corredor los últimos 2 kilómetros de meta para disfrutar de una recta final preciosa escoltando por sus amigos con una pancarta con su lema y con los niños que esperaban para participar en las carreras infantiles haciéndole un pasillo.
“Yo trabajo para que un día que yo corra no sea noticia. Cuando competía con nadadores sin discapacidad yo me tiraba a nadar y ya me aplaudían. No hay un término medio. Sólo puedes ser “pobrecito o superhéroe", o te infravaloran o eres un campeón. Yo explico a otros corredores que el mérito es el mismo, que el aeróbico intenso es el mismo que el tuyo". Y de este razonamiento, su lema, “lo mío no es normal pero lo tuyo tampoco"
En el número 3 de CORREDOR, correspondiente al mes de mayo, podréis encontrar un amplio reportaje del Movistar Medio Maratón, en el que os presentamos más en profundidad a David y todo el trabajo que está haciendo con la Fundación Pegasus.
